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El Bakugan más aburrido

jonathan.riggall

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Cuando una saga triunfa, y no es de esas que vayan a perdurar en el tiempo, es mejor sacarle tanto jugo como se pueda cuanto antes. Este parece el caso de Bakugan, una franquicia claramente enfocada a los chavales preadolescentes, y que engloba un juego de cartas con bastante aceptación, una adaptación al anime y, claro está, los videojuegos de turno.

Así, si hace unos meses tuvimos Bakugan Battle Brawlers ahora nos llega otro juego, esta vez exclusivo de DS. Mientras que Battle Brawlers era fiel al juego de cartas, con esta secuela no pasa lo mismo. Así, se trata de un título mucho más simple, donde desparece el factor carta para centrarse todo en batallas de muy poco complejidad.

Entrena a tus Bakugan

La historia del juego no se anda con muchos rodeos.. Somos Dan, protagonista de la saga. Hemos perdido la memoria y eso le sirve de excusa al juego para recordarnos brevemente la historia de los Bakugan –los monstruos de este universo- y la mecánica de los combates. Nuestra misión será ir participando en sucesivos combates e ir recuperando los Bakugan que han secuestrado los villanos de turno.

En este juego apenas hay secuencias explicativas. Vale que aborrecemos esos juegos –especialmente japoneses- en que hay eternas secuencias de diálogos que no aportan nada, pero aquí estamos ante el extremo opuesto. Vamos, que ni tanto ni tan calvo.

Tras esta breve introducción, empezará la mecánica del juego, que siempre es la misma. Partiremos con un Bakugan, para ir ganando más a medida que avancemos en nuestra aventura. De lo que se trata es de entrenarlos, y este entrenamiento consta de dos partes.

Primero deberemos asegurarnos de que nuestros Bakugan tienen suficiente poder mental. Éste se consigue recopilando objetos que hay en la zona de cuidados o realizando pequeños minijuegos: responder preguntas tipo “trivial” sobre la saga o tres microjuegos de soplar, botar el Bakugan o acariciarlo. Puede que al principio estos cuatro minijuegos nos hagan gracia, pero a medida que avancemos se harán harto repetitivos (incluso el trivial, con preguntas que llegan a repetirse en la misma ronda).

Con la barra de poder mental llena, es hora de entrenarlos en habilidades, la Potencia G, que las llama el juego. De nuevo, hay que pasar por una serie de minijuegos para mejorar en ataque, velocidad, defensa y otras variables. Esta es la parte importante del entreno, pues será con la que conseguiremos los potenciadores que utilizaremos en combate. El problema, otra vez, con lo repetitivos que resultan estos minijuegos. Mover al Bakugan en un laberinto, hacerle esquivar objetos o seleccionar botones con el stylus es algo divertido la primera vez, pero cuando tienes varios Bakugan y lo tienes que hacer casi cada ronda con todos ellos acaba siendo desquiciante.

¡A luchar!

Tras un aburrido entrenamiento podríamos pensar que el juego saca partido en las fases de batalla…ya nos gustaría. Las peleas en el juego, también son muy monótonas, pues siempre se parte de lo mismo. Así, lucharemos con tres Bakugan que seleccionaremos entre nuestro equipo antes de empezar.

Hay diferentes tipos de Bakugan, que conviene combinar según el equipo que tenga el enemigo, puesto que hay criaturas que parten con ventaja ante otras (por ejemplo, es obvio que un Bakugan de agua tendrá ventaja ante uno de fuego).

El sistema de combate es muy sencillo. Cada pelea tiene dos turnos y el personaje que acabe antes con los tres Bakugan del rival, gana. El problema aquí es que este combate poco tiene que ver con el juego original y que es previsible y con pocas sorpresas.

Cada Bakugan tiene X puntos, y acumulará más según los potenciadores que tenga. El único amago de estrategia de este sistema es saber usar estos bonos en el momento adecuado, pues los hay que sólo potencian a un Bakugan, otros que son para la clase de Bakugan, otros para todo el equipo, y con algunos doblamos o triplicamos el efecto de nuestro próximo bono.

La pelea termina tras el segundo turno, y ganará el jugador que acumule más puntos. Así, si tras el segundo turno yo tengo 250 y mi rival 200, gano yo pues le “quito” esos 200 puntos, por lo que yo también los pierdo y acabo la batalla con 50. Se trata de un sistema un tanto extraño, donde más que “atacar” nos “protegemos”, y que puede resultar original al principio, pero tras unas cuantas batallas con resultados similares acaba resultando aburrido y, ante todo, previsible.

¿Qué pasa una vez termina la batalla? No hay penalización por perder batallas, no se debilitan nuestros Bakugan, tan sólo hay que repetir la pelea cambiando ligeramente la estrategia. Si ganamos, algunos Bakugan habrán subido de nivel, por lo que podrán acumular más puntos y vuelta a empezar, más “divertidos” entrenamientos nos esperan.

¿Hay más? Pues no, no hay más. Bakugan Battle Trainers consiste en entrenar, pelear, entrenar, pelear…No habrá fases bonus, ni minijuegos extra y, como hemos dicho, las secuencias de historia brillan por su ausencia.

Buenos gráficos, música olvidable

Gráficamente, Bakugan Battle Trainers cumple con las expectativas. El juego usa 3D para parte de las secuencias jugables, así como para las animaciones de combate, que no están nada mal para tratarse de DS. Esto se combina con el 2D en la interfaz del combate y las secuencias de diálogo. En ambos casos, estos gráficos son muy fieles al anime, por lo que gráficamente agradará a los fans.

En cuanto a la música estamos ante melodías muy sintéticas y repetitivas, nada destacables, y encontraremos el añadido de alguna voz de los personajes (alguna palabra suelta) en español.

Corto y aburrido

Bakugan Battle Trainers es un juego muy corto, y aún con esas se puede hacer largo dado lo repetitivo que resulta. Entrenaremos y lucharemos siempre con la misma mecánica, los mismos minijuegos y cero sorpresas.

Aunque el primer videojuego de la saga no era un prodigio, por lo menos era más fiel al juego de cartas y resultaba menos repetitivo. Así que, por muy fans de Bakugan que seáis no os recomendamos este título, mejor adquirir el anterior juego o, directamente jugar con la baraja de toda la vida, sentiréis que perdéis menos el tiempo.

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