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El mejor Batman ahora también en 3D

Pierre

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Arkham Asylum nos cogió un poco desprevenidos a la gran mayoría de nosotros. Aunque sus capturas de pantalla, algún que otro vídeo, y la escasa información que se dio a prensa previo lanzamiento no aportaba mucho, luego resultó que el juego final era una excelentísima adaptación del Caballero Oscuro a nuestros mandos.

Tomando como inspiración (porque el desarrollo es bastante diferente) el cómic de mismo nombre dibujado por Dave McKean y con guión de Grant Morrison, el videojuego nos hacía (nos hace) viajar por los tenebrosos pasillos e inquietantes estancias del manicomio de Gotham City en la piel de, por supuesto, Batman, mientras busca a un Joker totalmente desatado que ha tomado el control de hospital.

El videojuego fue una sorpresa para todos por la calidad de su producción pero, sobre todo, por una acertadísima jugabilidad inspirada en los videojuegos más clásicos. Tomando algunas ideas de títulos como Metroid, donde el backtracking es la esencia misma, pero adaptándola a los tiempos modernos y sumándole toda la pericia, movimientos y gadgets que el murciélago posee, el juego resultaba de una adicción altísima a poco que aprendías a controlar el personaje.

Y es que todo en Arkham Asylum estaba hecho con esmero. Un control sencillo de aprender pero con enormes posibilidades, un Batman tan ágil como fuerte con el que sentías una fuerte conexión, un sistema de lucha muy divertido y accesible sin llegar a resultar simplón, y una historia que se desarrollaba de manera totalmente lógica con las reglas marcadas por el mismo juego. Estas son sólo algunas de las virtudes del juego.

Al final resultaba que las horas pasaban mientras paseabas por Arkham Asylum, siguiendo un desarrollo terriblemente lineal pero inteligentemente camuflado por un mapa que se abría poco a poco a medida que descubríamos y conseguíamos nuevos gadgets y/o habilidades. Paralelamente el juego nos desafiaba con retos de búsqueda de objetos varios que no hacían más que alargar una vida de juego algo escasa por culpa principalmente de la adicción que generaba este nuevo Batman.

Si alguna vez hubo un videojuego de Batman que mereciese el adjetivo de glorioso, ese ha sido y es Arkham Asylum. Y como las ventas mandan (porque ha funcionado muy bien en las tiendas), y el dinero aún más, la versión GOTY (Game of the Year) no ha podido hacerse esperar.

Sinceramente esta versión nos parece del todo escasa en contenido. Resumiendo se podría hablar del mismo juego con dos extras principales. El primero es un nuevo modo en 3D que se hace servir de unas gafas de tecnología TriOviz. El segundo son seis nuevos desafíos que también se pueden encontrar en las respectivas tiendas online de Microsoft y Sony. El precio total de estos descargables (mitad gratis, mitad de pago) asciende a 500 MS o 5 €, aunque no esperes encontrar nada nuevo porque ya se han publicado anteriormente e incluso algunos se ofrecían con la Edición Coleccionista, cosa que seguro no terminará de gustar a este grupo de jugadores.

Batman ahora en 3D

Así pues, si descartamos esos seis desafíos extra que, al margen de subir nuestro ego si llegamos arriba en las tablas de clasificación online, no aportan mucho más al juego, el gran reclamo de la versión GOTY es el 3D.

El juego utiliza las clásicas gafas de dos colores para representar en la pantalla un Arkham Asylum con volumen. No son las clásicas gafas anaglifo de colores azul y rojo, sino otras (supuestamente) nuevas de tecnología TriOviz que utilizan colores verde y rojo, y que según las especificaciones oficiales de la web no alteran los colores y permiten un 3D aún más real.

La realidad es que en la práctica tanto unas como otras son tremendamente semejantes. Sí que es cierto que los colores son más fieles con gafas TriOviz, pero aún así existe una distorsión respecto a la imagen sin las gafas, se ven como velados, como si tuvieran un filtro peliculero.

El juego nos permite cambiar en cualquier momento de 3D a imagen normal. En el segundo caso disfrutaremos de una experiencia de juego exactamente igual al juego original, pero al activar el 3D los gráficos se adaptan y es entonces cuando nos ponemos estas gafas TriOviz (que por cierto se incluyen dos).

Como es habitual, se tarda unos minutos en acostumbrar la vista a la imagen 3D, y una vez hecho empezaremos a ver un juego nuevo. No se puede decir que la experiencia sea totalmente innovadora, o que se asemeje a lo que podemos ver con Avatar en cines, no. Pero sí que sorprende que, aún con bastantes limitaciones, el invento funciona adecuadamente.

Además de crear dos imágenes paralelas de distintos colores, el juego añade bastante profundidad de campo en determinados objetos y personajes según dónde miremos. Por ejemplo, Batman, al que vemos en tercera persona en todo momento, se desenfoca ligeramente porque suele estar en un plano bastante principal. Esto mismo se repite en otros personajes según modifiquemos el ángulo de cámara, de este modo junto al efecto 3D de TriOviz el resultado final es bastante convincente.

Hay, sin embargo, inconvenientes a la hora de utilizar las gafas. El principal es que se hace imprescindible que la pantalla ocupe todo nuestro ángulo de visión, de no ser así el 3D se reduce proporcionalmente cuanto menos pantalla veamos. Para ello, o tenemos un gran pantallón en el salón, o nos acercamos de manera insana a la tele.

El segundo punto negativo es que se pierde definición en la imagen, esto es especialmente notable en las partes más lejanas del escenario y en algunos modelos de cerca. Y ya, si somos muy quisquilloso, se podría hablar de la aparición de un contorno -muy fino y habitualmente de color rojo- en objetos y personajes relativamente oscuros (es decir, Batman).

En el lado positivo, cuando los objetos o personajes están en el juego bien iluminados, o son de colores claros, el efecto 3D es más que palpable. Lo mismo ocurre con algunas texturas de paredes y suelos que adquieren mucho volumen.

Se podría hablar en resumen de que el efecto 3D es muy notable en los objetos y partes del escenario que se sitúan a media distancia, perdiendo en la distancia y en el primer plano.

Conclusiones

Si dejamos a un lado los packs de mapas y desafío que adjunta esta edición al final lo que cuenta es si el efecto 3D merece la pena a la hora de adquirir este juego o no. La respuesta es que la experiencia 3D con este tipo de gafas es, y siempre ha sido, muy subjetiva, así que la compra de esta versión GOTY de Arkham Asylum en ningún momento merecerá la pena si ya poseemos el juego original.

Ahora bien, todos aquellos que no lo jugaron en su momento, esta edición es del todo recomendada. La opción 3D no es en ningún caso imprescindible para su disfrute, pero sí que complementa un juego ya de por sí muy redondo.

Pierre

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