¿Un abogado? ¿Esto realmente es interesante?
La premisa inicial puede llegar a desconcertar. Interrogar a testigos durante un juicio no parece la actividad más emocionante del mundo. Pero que nadie se deje engañar por las apariencias. Este juego te introducirá en una historia llena de asesinatos, mentiras, drama y, cómo no, pinceladas de humor. Cuando quieras darte cuenta, estarás interrogando a los testigos, buscando fallos en sus argumentos como si te fuera la vida en ello, sintiendo la tensión que conlleva saber que tu cliente es inocente y que alguien está tratando de cargarlo con un crimen que no cometió… este juego transmite mucho más de lo que se aprecia a simple vista.
Vale, pero dime cómo se juega a esto
La mecánica es muy sencilla. En el papel de Phoenix Wright, un joven abogado defensor, tendrás que hacer todo lo posible por demostrar la inocencia de tu cliente. Como buena aventura conversacional, la historia se va desarrollando ante nuestros ojos de forma lineal, como si se tratase de una novela interactiva. Las imágenes de fondo, en 2D, muestran el escenario y los personajes. Sobre ellas, se suceden los diálogos. Al empezar cada caso, se nos presenta la historia (algún tipo de crimen) y proceden a llevar a juicio al sospechoso. Y aquí es donde empieza lo bueno.
Tenemos que encontrar contradicciones en los argumentos del fiscal, los testigos o el propio acusado. Para ello iremos presionando cada declaración, buscando información nueva que resulte inconsistente. Contamos con un inventario en el que se guardan las pruebas relacionadas con el caso… y cuando alguna de ellas contradiga las declaraciones… ¡Protesto!
Sí, sí. Protesto. Podemos pulsar el botón destinado a tal efecto o, aprovechando el micrófono de la DS, gritarlo a viva voz (bueno, tal vez no sea necesario tanto énfasis, pero y lo bien que se siente uno…). Y es que esa es la mecánica básica, desmontar argumentos de nuestros rivales. Obviamente, no podemos arriesgarnos a protestar a lo loco. Tenemos un marcador que se irá vaciando si cometemos errores, con lo que el juego finalizará si se agota por completo. Afortunadamente, podemos guardar la partida en cualquier momento, lo que nos permitirá volver a intentarlo si fracasamos estrepitosamente.
De acuerdo, empiezo a entender… pero sigo teniendo dudas
¡Fuera dudas! Este sistema de juego, simple y eficaz, hará que te sumerjas de lleno en la historia. Piensa en una buena novela policíaca, en una serie de intriga o similar. Este juego nos propone exactamente lo mismo. No podrás parar hasta desentrañar el misterio que rodea cada caso. Eso sí, no te lo pondrán nada fácil. Cada vez que logres encontrar una contradicción, el fiscal se encargará de echar por la borda tus argumentos.
Y es que tu rival, Miles Edgeworth, no dudará en hacer todo lo posible por salirse con la suya. La sala se convertirá en un campo de batalla, donde solo puede quedar uno. Según nos acerquemos al final del caso, la tensión aumentará y los “protesto” se sucederán a ritmo vertiginoso. Hay que destacar la buena labor que desempeña la música en este título, contribuyendo a crear ese clima de “ahora o nunca” que caracteriza a los enfrentamientos de este juego.
Me has convencido. ¿Algo más que deba saber?
Hablemos un poco de lo que uno puede encontrar. Este juego vio la luz originalmente en GBA, por lo que los cuatro primeros casos son idénticos a los que pudieron disfrutar los jugadores japoneses. No es que importe en exceso, ya que aquí no habíamos tenido la oportunidad de disfrutar de este juego antes. Pero el precio a pagar por ese hecho es la escasa interacción táctil, que se limita a permitir seleccionar los objetos tocando sobre ellos y a avanzar el texto.
Sin embargo, para el estreno en DS se ha creado un quinto caso que saca provecho a las posibilidades de nuestra portátil. Sinceramente, no es que se eche en falta el uso de la pantalla táctil en los primeros capítulos, pero se agradece que hayan tenido el detalle de incluir novedades en lugar de realizar una adaptación sin más. Este nuevo capítulo contribuye también a alargar la duración del juego, que aunque no está nada mal para un título de estas características, puede que se nos antoje escasa y nos deje con más ganas de pleitos.
Conclusión
No te dejes llevar por las apariencias. Phoenix Wright: Ace Attorney es adictivo e imprescindible para todo amante de las aventuras conversacionales, novelas visuales o aventuras gráficas (aunque este juego no es tal, ya que carece de escenarios en los que buscar objetos, libertad de movimientos, etc.).
Hay que tener en cuenta el tipo de juego ante el que nos encontramos. Lineal, sin rejugabilidad… este género está creado para ser disfrutado como si de una buena novela se tratase. Y cumple con creces su cometido.
Así que salvo que seas una persona a la que no le guste leer y dejarse llevar por una narración en la que tú formas parte de la historia, recomiendo encarecidamente darle una oportunidad a una idea tan sorprendente como la de convertirte en un abogado.
