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Shadow Warrior aterriza con éxito en consolas

Shadow Warrior aterriza con éxito en consolas
Raúl Pérez

Raúl Pérez

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El clásico juego de 3D Realms Shadow Warrior regresa a las consolas reinventado y mejorado. Este reboot conserva lo mejor del viejo mundo y del nuevo, y el resultado es un juego de acción en primera persona que es sobre todo divertido. Shadow Warrior es fácil de jugar, directo y honesto.

Acción divertida al estilo antiguo

Aunque Shadow Warrior es un juego de acción en primera persona que viene marcado por cómo era el original, publicado en 1997, esto no le ha impedido añadir ciertas novedades bastante interesantes. La más obvia es el sistema de progresión del personaje, dividida en tres categorías: armas, habilidades y magia.

Según recojas Dinero, Ki o Karma puedes mejorar una cosa u otra. Esto te dará acceso a modificaciones en tus armas o nuevos movimientos con tu katana. La progresión está suficientemente equilibrada como para mejorar el personaje al mismo nivel que el juego va avanzando y se hace más difícil. Aún así como crítica podría comentar que no todas las habilidades o magias son lo suficientemente atractivas para la partida.

El otro gran cambio en Shadow Warrior es el uso de la katana. Mientras que en el original este arma era algo accesorio, casi marginal, en esta nueva versión la katana es una de las armas que más usarás (¡o la que más!): la espada japonesa es divertida, es mortífera y es muy fácil de usar. Es como una droga, y en las zonas en las que veas que estás obligado a cargar con algún arma de fuego porque te superan en número, estarás deseando encontrar el hueco suficiente para desenfundar la katana y abrirte a espadazos entre los demonios.

A pesar de las novedades es muy satisfactorio comprobar como Shadow Warrior conserva el espíritu old-school del género. Es decir: disparos a todo lo que se mueva, un mapa lineal y acción adictiva. Los más viejos del lugar estarán contentos con la fórmula.

La katana es lo mejor

Shadow Warrior tiene un par de cosas diferentes en el tema del control. Por ejemplo para apuntar con mirilla debes apretar el gatillo hasta la mitad. Si lo haces te aseguras un disparo certero casi en el 100% de los casos, pero hacerlo te ralentiza un poco en la forma que tengas de jugar. Por eso mismo, en el juego tiendes a disparar sin apuntar con precisión (al estilo antiguo, vamos).

La katana es otro de los elementos novedosos. Su control es muy satisfactorio y fácil de realizar. Además puedes elegir en las Opciones si quieres unos ataques más automáticos (menos precisos) o más manuales (más precisos).

Un poco sobrio visualmente

En ningún momento Shadow Warrior trata de ser una súper potencia del videojuego a nivel visual. Más bien es un título correcto, que busca más bien un rendimiento óptimo en todo momento y que también le permita mostrar en pantalla muchos y variados enemigos.

Los escenarios son lineales y algo acartonados para el estándar actual, sin embargo el diseño de ellos es excelente y uno de los grandes motivos para seguir avanzando.

La estrella en este baile es la katana y los cortes que provocas en los enemigos. Las mutilaciones son en tiempo real y muy realistas, multiplica ese efecto por 10, 20 ó 30 enemigos muertos a espadazos y podrás hacerte una buena idea de lo que Shadow Warrior es en realidad.

Por su parte, la música y el sonido me ha gustado bastante más. Con ciertos toques ochenteros y un Lo-Wang (el protagonista) con mucha verborrea, es difícil no pasártelo bien cuando juegas.

Conclusión

Shadow Warrior es un muy buen FPS que te traslada a la época dorada del género. Tiene un control magnífico, la acción está bien desarrollada, las armas son brutales, y progresión del personaje está pensada con lógica. Todo está pensado para divertir y por eso funciona tan bien el juego. Puede que no pase a la historia como uno de los mejores juegos de acción pero seguro que te lo pasarás muy bien jugándolo.

Puntuación: 8

Disponible en: PS4 y Xbox One

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