Publicidad

Artículo

Así es Mega, una caja de seguridad en la nube (con todas sus consecuencias)

Abel Bueno

Abel Bueno

  • Actualizado:

Hace un año, la desaparición de MegaUpload ocupaba las portadas de todos los medios. Este hecho nos llevó a cuestionarnos un servicio, el de las descargas directas, gravemente herido por el uso indebido que en muchas ocasiones se hacía de él.

Ahora, Kim Dotcom, la mente detrás de MegaUpload presenta Mega: una web que guarda parecido en el nombre pero que, aparentemente, nada tiene que ver con el polémico servicio clausurado por el FBI.

Aun con los problemas que está sufriendo la web debido a la altísima demanda de usuarios, hemos tenido la oportunidad de darle un repaso a lo que ofrece Mega. ¿Es lo que esperabas? Sigue leyendo y lo sabrás.

Algo conocido, algo por conocer

En la web existen docenas de servicios de almacenamiento online, pero todos se pueden clasificar según el uso que se haga de ellos. Por un lado tenemos los discos duros virtuales que se sincronizan con distintos equipos, como Dropbox, Google Drive y SkyDrive; por otro, los que sirven principalmente para compartir o distribuir algún fichero puntual, como WeTransfer o el malogrado MegaUpload.

La gran diferencia de Mega es que se encuadra en la primera categoría. El servicio, que ofrece nada menos que 50 GB en su modalidad gratuita, presenta un aspecto mucho más parecido al de un explorador de archivos o un cliente FTP, con el árbol de carpetas a la izquierda, los contenidos de cada una a la derecha y el control de transferencias abajo.

Sin embargo, el nuevo modelo de Mega también permite compartir ficheros con otros usuarios, incluso sin registrarte. El gran botón rojo de bienvenida invita a ello, desde luego. Una vez elegido el archivo puntual, has de tener en cuenta que, tras acabar la subida, se mantendrá en los servidores mientras la sesión permanezca abierta.

Cada vez que subas un archivo sin registrarte, deberás aceptar los términos y condiciones

Un servicio simple pero incompleto

En Mega, la simplicidad ha primado respecto a otros aspectos desde el mismo momento del registro; un proceso en el que no se pide confirmar la contraseña ni existe un método de doble verificación -como en Dropbox-, pero que determina el acceso que tendrás a tus propios archivos.

No es posible salir del gestor de ficheros sin cancelar las transferencias

Dentro del gestor, las acciones se reducen a crear, subir y mover archivos y carpetas, así como a generar la URL para compartir ficheros con otros usuarios. No existen controles avanzados para pausar las descargas en bloque o establecer prioridad sobre qué se sube antes.

Los apartados “Bandeja de entrada” y “Contactos” otorgan un componente social a Mega, permitiendo compartir y recibir ficheros entre usuarios registrados. En la práctica, cada contacto se agrega a partir de su correo electrónico, así que el valor añadido, aparte de una mínima facilidad al compartir con usuarios recurrentes, es escaso.

En cuanto a las preferencias, situadas en el apartado “Mi cuenta”, tan solo destaca el apartado de Configuración de la transferencia: una versión simplificada de la configuración de conexión de los clientes P2P. Aquí se puede manipular el número de subidas y descargas simultáneas, así como la velocidad y seguridad de subida.

Un apartado que ofrece más seguridad es el que muestra un registro de accesos,
con información de la dirección IP, navegador y país de procedencia.

La clave para compartir no es el anonimato

Durante los meses previos al lanzamiento de Mega, sus creadores se han molestado bastante en recordarnos que la seguridad y la privacidad son factores importantes de su servicio. El sistema que se utiliza es una combinación de claves pública y privada RSA de 2048, generada con de manera aleatoria durante el registro inicial, que cifra los archivos antes de ser alojados en el servidor.

Todo el proceso de cifrado y descifrado es transparente para el usuario. Como mucho puedes decidir si adjuntas o no la clave pública en la URL de un enlace de descarga puntual. En el caso de no incluirla, deberás transmitírsela por otros canales al destinatario o no le será posible acceder al fichero.

Aunque se ofrece como una forma de aumentar tu privacidad, lo único que pretende Mega almacenando cifrados tus archivos y dándote a ti la llave es eludir cualquier responsabilidad sobre lo que contienen sus servidores.

Mega permite descargar un fichero o importarlo a tu disco duro si estás registrado
pero para cualquiera de las dos opciones necesitas la clave de desencriptación

Si alguien descubre una URL y su respectiva clave (en una página o foro de descargas, por ejemplo) y decide reportarlos a Mega por infracción de derechos de copyright, el servicio no dudará en facilitar los datos del usuario.

Al fin y al cabo, habrá sido responsabilidad de dicho usuario publicar el enlace y no de Mega, que ni siquiera podría saber lo que contiene el fichero encriptado.

Lo que está claro es que no será Kim Dotcom quien traiga de nuevo la era de compartir cualquier cosa sin repercusiones, aunque para eso todavía existan otros servicios.

Planes de futuro de Mega

Durante la cobertura que hemos hecho del lanzamiento de Mega, se han hecho públicas algunas aplicaciones y servicios que verán la luz en próximos meses.

  • Gestores de sincronización para Windows, Mac y Linux
  • Apps para smartphones, confirmadas para iOS y Android
  • Extensiones y programas que aprovechen la API para usar Mega como disco virtual
  • Megabox: un servicio de streaming de música con capacidades sociales disponible a mediados de año.
  • Megamovie: un distribuidor online de películas aún sin acuerdos con las distribuidoras

Otras mejoras previstas dentro del servicio son:

  • Selección múltiple de archivos
  • Botones globales para controlar las transferencias
  • Mensajería instantánea dentro de la página
  • Herramientas integradas: procesador de textos, hojas de cálculo y calendario

¿Has podido probar Mega? ¿Qué te parece este servicio?

Abel Bueno

Abel Bueno

Lo último de Abel Bueno

Directrices editoriales