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Magisto: el primer editor automático de vídeos

Abel Bueno

Abel Bueno

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Crear una película implica mucho más que grabar una tira de escenas; el montaje final debe encajar como un puzle para que exista ritmo y el resultado nos cuente una historia. Esto es válido tanto para la mayor superproducción como para el vídeo de tus vacaciones.

Pero claro, en el caso de tus películas caseras, a veces te las tienes que ver con programas bastante complicados: que si líneas de tiempo, transiciones, sincronización con el audio… Un trabajo que consume horas y hace perder interés a los que verán tu pequeña obra maestra.

¿Hay alguna aplicación que monte rápidamente tus vídeos sin que te tengas que preocupar de nada más? Ahora sí: se llama Magisto, funciona desde la web y te vamos a explicar cómo.

El concepto detrás de Magisto

Piensa en Magisto como un montador de cine a tu servicio. Este profesional se dedica a analizar todos los clips de vídeo que le envías y elegir los cortes en los que se aprecian figuras en movimiento o caras de animales y personas.

A partir de esa información, Magisto une estos fragmentos interesantes y les aplica transiciones y efectos automáticamente: por ejemplo, un viñeteado que enfoca la cara protagonista o un travelín que acompaña a alguien que se mueve por la imagen.

Sorprendentemente, los mecanismos de detección y montaje de Magisto dan lugar a películas más que aceptables para el uso que se le suele dar. Con esto queremos decir que no esperes una pizca de personalidad pero sí un mínimo sentido del ritmo y una música que acompaña bien a las imágenes. Aquí tenéis un ejemplo:

Cómo se utiliza Magisto

Al tratarse de una aplicación web, como es obvio, lo primero que has de hacer es darte de alta en este servicio, ya sea con tus credenciales de Facebook o con las de Google. Si tienes cuenta en Youtube, nosotros te recomendamos utilizar su asistente integrado. ¿Ventajas? Que puedes editar vídeos que ya tengas subidos a este portal.

El siguiente paso es subir los clips que quieres que compongan el montaje final. Magisto soporta la mayoría de formatos comunes, entre los cuales destacan AVI, MPG, FLV, MP4 o MOV. El tamaño máximo por clip es de 100 MB.

Eso sí, para mejorar el resultado, cada clip debe mostrar las caras orientadas correctamente (nada de vídeos girados noventa grados) y tener una duración aceptable para que Magisto pueda seleccionar trozos concretos.

Ahora te toca elegir un nombre para la película. Este paso sirve para dos cosas: para identificar tu vídeo dentro del portal de vídeos de Magisto (o Youtube) y para que aparezca rotulado al comienzo de la película final.

Por último, tienes que acompañar tu película de una banda sonora. Aquí tienes la opción de subir un fichero de audio con la canción o bien elegirla de una amplia lista de temas predefinidos. Te sorprenderá encontrar éxitos comerciales recientes o bandas sonoras conocidísimas; todo un acierto que le dará un toque especial a tu vídeo.

El botón de inicio del proceso da por finalizada tu participación en la posproducción de esta película. Eso sí, los resultados tardarán algo de tiempo en mostrará aunque, por suerte, Magisto te avisa por correo electrónico cuando el vídeo se encuentre online.

Está claro que Magisto se dirige a un público determinado, a usuarios sin conocimientos técnicos que simplemente quieren compartir sus vídeos recopilados de un modo más o menos coherente. Si estás dentro de ese grupo y tienes ganas de mostrar tu propia película en Internet, no tardes en probar esta prometedora aplicación web.

¿Qué programa utilizas para editar vídeos?

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