Publicidad

Artículo

Spam: 5 cosas que hacer (o no hacer) para quitártelo de encima

Spam: 5 cosas que hacer (o no hacer) para quitártelo de encima
Pier Francesco Piccolomini

Pier Francesco Piccolomini

  • Actualizado:

Si quieres eliminar los mensajes no deseados de tu correo electrónico, hay cinco truquillos y un par de herramientas que te serán muy útiles.

Unos te quiere vender fármacos milagrosos para curar partes de tu cuerpo que ni sabías que tenías mal; otros te anuncian que eres el flamante ganador de una lotería rusa en la que ni siquiera habías participado. Un milagro.

Algún otro te cuenta que el doctor Emmanuel Malengue, destacado caballero de la elite económica nigeriana, ha fallecido, Dios lo tenga en su gloria, y te ofrece doscientos o trescientos mil dólares a cambio de media hora de tu tiempo y una ayudita con un par de minucias burocráticas.

Cada uno tiene objetivos distintos, pero todos tienen una cosa en común: todos son spammers, personas que envían trampas o publicidad a millones de direcciones de e-mail esperando conseguir algo de dinero.

Los proveedores de correo electrónico, como Gmail o Outlook.com, cuentan con poderosos filtros que impiden que la mayor parte de estos mensajes lleguen a tu cuenta. Pero, aun así, algunos consiguen burlar la vigilancia y llegar hasta nuestra bandeja de entrada.

Sin embargo, existen algunos trucos o herramientas para evitar o combatir este fastidioso fenómeno. Te presentamos algunas fáciles y eficaces.

Crea direcciones de e-mail de usar y tirar

Una vez que tu dirección termina en manos de los spammers, ya no hay (casi) nada que hacer. Estos señores tan graciosos tienen la costumbre de venderse los unos a los otros las direcciones de email a las que envían su basura, por lo que es probable que, si una mañana te despiertas con spam en tu correo, la situación empeore a lo largo de los días o las semanas.

Una solución eficaz es crear direcciones de usar y tirar. Se trata de direcciones especiales que, cuando reciben un mensaje, lo reenvían automáticamente a tu dirección “de verdad”, que permanecerá desconocido para el remitente.

Cuando por cualquier motivo te pidan tu dirección de e-mail online, por ejemplo para inscribirte en un servicio, utiliza una de estas cuentas de un solo uso. Si los spammer lo interceptan, basta con cerrarla y problema resuelto.

Hay muchas empresas que ofrecen el servicio de crear estas cuentas de un solo uso (que en inglés se llaman disposable email addresses). Una muy conocida es Spamex, que se puede probar gratis durante 30 días y cuenta con numerosas opciones de personalización.

YOPmail también hace lo propio, y es gratuito (aunque se pueden hacer donaciones). 33mail, por otro lado, ofrece tres tipos de cuenta: una Lite (gratuita) y dos de pago, aunque con precios muy accesibles.

Deshabilita el HTML de tu cliente de correo

En el código HTML de los mensajes de spam a veces puede haber web bugs, que son fragmentos de código que permiten saber a quien te manda el mensaje si éste se ha abierto o no.

De este modo, los spammers pueden saber qué direcciones de correo existen y están activas, con la consecuencia que hemos visto ya: inundarlos de basura y venderlos a otros delincuentes.

Todos los clientes de correo ofrecen la opción de deshabilitar el código HTML de la cuenta y visualizar los mensajes como texto.

Si utilizas Outlook en el PC, vete a File > Options > Trust Center > Trust Center Settings > E-mail Security y activa la casilla Read all standard mail in plain text.

Te aconsejamos hacer esto para contar con una herramienta más de protección ante los mensajes no deseados.

Evita direcciones muy obvias

Las direcciones nombreapellidos@loquesea.com son muy serias y profesionales, pero por desgracia en muchos casos pueden ser adivinadas fácilmente por los malintencionados de la red.

Entre los spammers es una práctica común intentar adivinar direcciones de correo existentes escogiendo apellidos bastante extendidos, a los que anteponen los nombres más comunes y enviándolos a los dominios con el mayor número de usuarios (como @gmail.com, @yahoo.com y @outlook.com).

Si te llamas Pedro González, por ejemplo, es mejor crear una dirección como p.gonzalez@loquesea.comp_gonzalez@loquesea.com que pedrogonzalez@loquesea.com, porque la tercera opción es más fácil que la adivinen antes o después, mientras que las dos primeras son un poco menos obvias y, por tanto, un poco más seguras.

No responder a los spammers

Responder a los mensajes no deseados es una pésima idea.

De esto sabe una persona muy cercana a mí que, hace unos años recibió un mensaje de correo con un contenido, digámoslo así, anatómicamente inequívoco. No le había pasado nunca y, como no era muy ducha en tecnología, pensó que había recibido aquel mensaje por error.

Así que respondió, agradeciendo la oferta que le hacían, pero indicando educadamente que no le interesaban los servicios que ofrecía el remitente y pidiendo que la eliminaran de la lista de distribución del proveedor de los mismos.

A partir del día siguiente comenzó a recibir cientos de mensajes de spam al día de ese mismo tema. ¿Por qué? Porque respondiendo había confirmado definitivamente al spammer que aquella dirección existía y estaba activa. Y las direcciones existentes y activas son el bien más preciado para estos individuos, ya que no solo los usan para esparcir su basura, sino que la venden a sus compañeros a un alto precio.

Por lo tanto: nunca, nunca, nunca hay que responder a un mensaje de spam. Y esto incluye también un posible Unsubscribe: se trata de otro sistema para saber si tu dirección está activa o incluso para adivinar la contraseña, haciéndote creer que necesitan ese dato para no recibir más mensajes no deseados. En resumen: no hagas clic en ellos.

No hagas spam a los spammers: siempre ganan ellos

Otra cosa que no hay que hacer es intentar vengarse de un spammer, pagándole con su misma moneda.

De hecho, existen servicios (como MailBait) que inundan los buzones de entrada de quien se inscribe con una infinidad de mensajes. Estas herramientas se suelen utilizar para comprobar filtros antispam o servidores de correo, pero también para gastar una broma de mal gusto.

Y es que cualquier dirección que se inscriba en este servicio será avasallada con centenares de correos al día y no habrá forma de arreglar la situación.

El consejo es: no intentes utilizar esta arma contra quien te envía spam. Incluso aunque lo consiguieras, los spammers poseen conocimientos técnicos muy avanzados y se harían con tu correo y tu PC, y a buen seguro se vengarían, infectándote con un virus o algo peor.

Así que nada de vengarse, nunca.

Otros instrumentos muy útiles

Estos cinco trucos, unidos a los filtros antispam de tu proveedor de correo deberían bastar para garantizarte la paz en tu buzón de entrada. Pero si quieres estar todavía más tranquilo, existen excelentes programas antispam que puedes instalar en tu ordenador.

Entre ellos te aconsejamos, para PC Windows, SPAMfighter (que se basa en los avisos de la gran comunidad de usuarios que recoge el programa) y Kaspersky Internet Security (una suite de protección completa que también ofrece un filtro antispam).

Si, por el contrario, usas Mac, SpamSieve es un óptimo antispam inteligente, que aprende a diferenciar lo que es spam de lo que no a través de un entrenamiento que se le imparte tras la instalación. Yo hace años que lo utilizo y prácticamente no falla ni una.

En definitiva: un poco de sentido común y algún instrumento de defensa bien afilado y los spammers quedarán fuera de juego.

Si quieres conocer la historia del término “spam”, lee aquí y descubrirás que se lo debemos a, ni más ni menos, que a los… ¡Monty Python!

Sígueme en Google+

Artículo original adaptado del italiano

Pier Francesco Piccolomini

Pier Francesco Piccolomini

Lo último de Pier Francesco Piccolomini

Directrices editoriales