No ha pasado ni un año desde que Street View se integró en Google Maps y Google Earth. Al principio la noticia salía incluso en los telediarios a propósito de los coches de Google, que recorrían varias ciudades de España con esas gigantescas cámaras encima del techo del coche. Se dio pábulo al debate sobre la privacidad de las fotografías y a casos curiosos, instantáneas borradas a petición de usuarios, demandas, etc.
Polémicas a parte, creo que es una herramienta fantástica no tanto para hacer turismo virtual como para prever. Sí, en su sentido etimológico, ver antes. Si hay algo en lo que ayuda esta herramienta es a evitar sorpresas desagradables al llegar a un sitio.
Os pongo como ejemplo mi propia experiencia. La semana que viene acudiré a una conferencia en Madrid. Se celebra en un hotel que nunca he visto y en un barrio también desconocido para mí. Pues bien, gracias a Street View he elegido el hotel en el que me alojaré, he localizado una calle cercana sin zona azul para aparcar el coche, la ruta que seguiré a pie desde mi hotel, las cafeterías que hay por la zona, y en algún caso, he podido leer los menús del día escritos en el típico pizarrín a la entrada de los restaurantes.
Se me ocurre que podría planear el robo a un banco con Street View, al menos la huida: la alcantarilla donde tiraré el arma, la calleja donde me quitaré el disfraz y me vestiré de paisano, el buzón donde dejaré el botín para que lo recoja mi compinche, el lugar donde aparcaré el coche y la ruta de huida.
Algunas personas creativas le han dado a esta herramienta un uso más artístico:
[vimeo]http://vimeo.com/3878484[/vimeo]
[vimeo]http://vimeo.com/4021700[/vimeo]
[youtube]http://www.youtube.com/watch?v=hUwmGmQiNwg[/youtube]
