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Uber, Airbnb & Co: el consumo colaborativo y el precio del ahorro

Uber, Airbnb & Co: el consumo colaborativo y el precio del ahorro
Daniel Barranger

Daniel Barranger

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¿Cómo funcionan las apps Uber, Airbnb y MonkeyParking? ¿Cuáles son sus ventajas? Te presentamos los secretos del consumo colaborativo, el nuevo sistema basado en estos servicios y en sus respectivas apps para smartphones.

Tienes una reunión de trabajo, pero el despertador no ha sonado y llegas tarde. El autobús no pasa, no hay ningún taxi por los alrededores y además, de ninguna manera quieres gastar 40 € porque este mes no te lo puedes permitir. ¿Por qué no tomar un coche con UberPOP?

Otra situación: eres un trabajador autónomo y no estás pasando por un buen momento. Sin embargo, el alquiler y los impuestos son los mismos. Tienes una habitación libre en casa con una gran cama matrimonial que no utilizas, salvo para las visitas. Querrías alquilarla durante algunos fines de semana para equilibrar tus cuentas. ¿Ya pensaste en Airbnb?

UberAirbnbMonkeyParkingBlaBlaCarTaskRabbit, EatWith y muchos otros más constituyen un nuevo y sistemático consumo colaborativo basado en compartir bienes y servicios entre diferentes usuarios.

Pero avancemos en orden. Primero veamos cómo funciona esta multitud de servicios y cuáles son sus ventajas y desventajas.

Qué es y cómo funciona el consumo colaborativo

Dejando de lado las definiciones que podemos encontrar en Wikipedia, «sharing economy», o consumo colaborativo en español, es un sistema de intercambio de bienes y servicios que casi siempre está basado en Internet y en aplicaciones para smartphones.

Adopta muchas formas y la estructura sobre la cual se apoya puede ser con o sin fines de lucro, pero los servicios que lo constituyen tienen en común el intercambio entre varias personas, de tal modo que ya se habla de la economía entre pares (peer-to-peer economy).

El consumo colaborativo. Fuente: TrustCloud

Aunque se trata de un fenómeno muy reciente, la columna de Schumpeter en The Economist rastrea su origen hasta el famoso software para compartir archivos Napster, el cual habría «ayudado a inspirar el “consumo colaborativo”, en el cual las aplicaciones actúan como punto de contacto entre desconocidos para compartir e intercambiar objetos».

Las apps de consumo colaborativo: ¿Cuáles son y para qué sirven?

El consumo colaborativo está formado por muchísimos servicios. Probablemente los más famosos son Uber (AndroidiPhone), que a través de su servicio UberPOP les permite a los propietarios de un
coche convertirse en taxistas por un día (motivo de la huelga europea de taxistas del 11 de junio), y Airbnb (Android y iPhone), que pone en contacto a los propietarios de un departamento con turistas o inquilinos por períodos breves.

En realidad existen muchos otros: sólo para trasladarnos en coche hemos reunido ocho, y ni siquiera son los más famosos. Por ejemplo, habrás oído hablar de BlaBlaCar (Android iPhone), la aplicación web para viajar en coche con otras personas y dividir los gastos.

Pero hay más: MobyPark es útil para poner en alquiler tu aparcamiento privado mientras no lo estás utilizando, y MonkeyParking es una app para vender el aparcamiento en una calle del centro de la ciudad, que tanto te ha costado encontrar, o para comprar uno cerca de tu casa para cuando vuelves del trabajo.

MonkeyParking es una aplicación para preguntar a todos los conductores de la zona: «Disculpa, ¿ya sales de tu parking?»

Estos servicios no se limitan a los traslados. TaskRabbit (AndroidiPhone) es una especie de banco de tiempo de pago, que te permite ofrecer tus conocimientos o comprarles pequeños servicios a tus vecinos. Couchsurfing (AndroidiPhone), por el contrario, no tiene fines de lucro y es útil para ofrecer un sitio para dormir a los viajeros, o para encontrar un sofá en el que pasar la noche cuando viajas alrededor del mundo.

Sitio web de CouchSurfing

Fon (AndroidiPhone) es una plataforma para compartir tu red WiFi con las personas registradas en el servicio y para utilizar a su vez las conexiones de los demás, por ejemplo, cuando estás de viaje y no dispones de 3G. Con EatWith puedes cenar con otras personas en tu casa o ir a comer con ellos, mientras que Yerdle te ayuda a deshacerte de objetos que no utilizas más.

Estos servicios continúan expandiéndose y nosotros podríamos seguir la lista por kilómetros, e incluso actualizarla cada semana. Pero lo más interesante es saber si deberías utilizarlos y por qué.

Ventajas y desventajas de los servicios: ¿Son de confianza?

El núcleo común de los servicios de consumo colaborativo es la posibilidad de ahorrar compartiendo que les ofrecen a los ciudadanos comunes, así como la ayuda que brindan para ganar algo de dinero extra invirtiendo un poco de tu tiempo o uno de tus bienes.

Tal como explica el Country Manager de Airbnb Italy, Matteo Stiffanelli: «Si tienes una casa que visitas pocas semanas al año, puedes alquilarla a turistas para equilibrar tus cuentas». Si tú eres el que va a alquilar, puedes dormir en otra
ciudad por un precio más económico que en un piso o en un hotel.

Sitio web de Airbnb

Pero las ventajas no se limitan a tu cartera. Según Stiffanelli, «El consumo colaborativo es un modo nuevo y más eficiente de acceder a bienes y servicios, que elimina los derroches y tiene valor social. Viajar con Airbnb te
permite tener experiencias increíbles donde visitarás lugares únicos que de otra manera no podrías conocer».

El consumo colaborativo es un modo nuevo y más eficiente de acceder a bienes y servicios, que tiene un valor social.

En otras palabras, además de ganar o ahorrar en términos puramente económicos, también podrás
hacer nuevas amistades en un viaje en coche con BlaBlaCar, conocer a tu futura pareja mientras duermes en el sofá de su casa gracias a Couchsurfing, relacionarte con la vida local de Estambul con Airbnb, o incluso desarrollar tus conocimientos gracias a los cursos de Coursera.

Sin embargo, también hay riesgos legales que dependen de la legislación de cada país. Por ejemplo, utilizar UberPOP siendo conductor en Milán, Barcelona y otras ciudades es ilegal, pero no tendrás ningún problema si vas en el asiento de pasajeros.

Sitio web de Uber

Alquilar durante menos de 30 días sin que el propietario viva en el lugar es ilegal en New York y San Francisco, y lo mismo ocurre en muchos países si no pagas los impuestos sobre las propiedades alquiladas. Pero quienes se hospeden a través de Airbnb no tendrán ningún tipo de problema.

En algunos casos, la ley se ha adecuado a las nuevas exigencias del consumo colaborativo, tal como ha sucedido en Amsterdam y en Hamburgo, donde alquilar por períodos de tiempo breves era ilegal, pero ahora no lo es más.

A pesar de todo, no podemos subestimar los riesgos de fraude inherentes a la economía colaborativa. «Uno de los problemas centrales de la economía colaborativa es la seguridad, que también para nosotros es un desafío, pero hemos trabajado mucho en este aspecto», afirma Matteo Stiffanelli.

Airbnb, por ejemplo, no hace fotos si tu casa está desordenada y si recibes calificaciones negativas de los usuarios, te da consejos para mejorar. Pero también existen métodos para defenderse de los fraudes: «Las opiniones de los usuarios son el factor más importante —dice Matteo Stiffanelli—, yo mismo soy muy selectivo y no hago una reserva si el anfitrión no posee al menos 4 estrellas [sobre 5]». Pero la misma advertencia vale para todos los servicios de la economía colaborativa.

Las opiniones de los usuarios son lo más importante.

Sin embargo, con estos servicios disfrutarás de mayor seguridad que si utilizaras un servicio clandestino. «Con EatWith —dice Ravi, un usuario de San Francisco— el anfitrión tiene garantías de que el cliente se presentará en su casa y pagará, mientras que el huésped está seguro de qué va a comer, porque el cocinero le envía una selección de platos».

Una economía alternativa fundada en la interacción

Una de las diferencias más importantes con el consumismo clásico radica en el hecho que estos servicios se apoyan en una comunidad que interactúa en línea e intercambia opiniones. «Airbnb no es un sitio de anuncios, no es un supermercado, es una comunidad en la cual la comunicación entre personas es esencial, esa es su fortaleza».

Además de buscar información sobre el servicio y sobre las leyes que se aplican en cada país, el mejor consejo que debes tener en cuenta al utilizar estas apps es interactuar con los miembros de la comunidad, así como con todas la personas con la que efectúas un intercambio, para tratar de hacerte una idea de con quién te vas a encontrar. ¡El resto depende de ti!

Lee también Uber, Blablacar y compañía: apps para ahorrar compartiendo el coche

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Artículo original de Softonic IT. Adaptado del italiano

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