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Gráficos de infarto

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Uno de los juegos más anunciados, más comentados y del que todo el mundo ha oído hablar ya está aquí. Assassin’s Creed es un título innovador en el apartado técnico y también en el de la jugabilidad, pero sobre todo es una experiencia a vivir a través de una consola.

Es difícil no dejarse llevar por el increíble apartado gráfico del juego, porque es algo que desde el primer segundo sorprende totalmente, pero la jugabilidad no se queda atrás, más que nada, porque no es lo que todos esperábamos, ni mucho menos y hay que limpiar la mente de todo lo que se había comentado para entender que Assassin’s Creed es un juego para disfrutar con tranquilidad casi siempre y con algo de acción de vez en cuanto.

Teniendo en cuenta el historial de los creadores: Prince of Persia, Splinter Cell, versiones de Far Cry, ahora entendemos bastantes cosas del juego.

Argumento con sorpresa
Hasta ahora hemos visto que Assassin’s Creed es un juego ambientado en la edad media, pero, curiosamente, esto es una subtrama de un argumento mucho mayor que empieza en una hipotética gran empresa farmacéutica mientras se nos habla de la memoria genética. Es un principio tan sorprendente como inaudito.

Eso sí, todo el juego gira en torno a Altair, un asesino miembro de una influyente y misteriosa hermandad. Su búsqueda en Tierra Santa de un objeto le llevará, nada más iniciarse el juego a “caer en desgracia” por su orgullo. Esto le llevará a una aparente condena a muerte.

Poco después comenzará de verdad el juego y el objetivo de Altair: acabar con nueve personajes principales. Lo que parece una tarea bastante elemental, pronto se convertirá en algo más y en dudas por parte de Altair. Evidentemente, no os vamos a explicar mucho más, pero sí deciros que ambas tramas están íntimamente relacionadas.

Sin embargo, uno de los mayores encantos de Assassin’s Creed es Altair, su protagonista. Probablemente estemos ante uno de esos personajes altamente controvertidos que es el mejor en su labor y cree firmemente en lo que le han enseñado, pero que pronto descubrirá que no todo es como el cree. El resultado es un personaje muy trabajado en todos los aspectos.

La historia sin duda es importante, pero la jugabilidad del título ofrece a los usuarios algo completamente diferente a lo esperado.

Jugabilidad pausada
Decíamos en nuestra preview, que Assassin’s Creed era un juego que ofrecía a los usuarios, por lo que veíamos, una jugabilidad que mezclaba conceptos de Prince of Persia y Grand Theft Auto. Sin embargo, hay que admitirlo claramente: estábamos equivocados.

En realidad, Assassin’s Creed hereda una jugabilidad que ya hemos visto en otro juego, Splinter Cell, sólo que cambia la época moderna, por la tercera cruzada. Esto implica también una serie de importantes cambios. Si en el caso de Splinter Cell, teníamos gadgets, información etc. Altair aquí cuenta con muchas menos opciones y, por lo tanto, tiene que, como se diría popularmente, “buscarse la vida”

De esta forma, todas las misiones siguen patrones parecidos: subirse a un punto alto –atalaya- para detectar donde están las posibles pistas y a partir de ahí hacer una serie de submisiones, y de misiones principales. Las submisiones son, normalmente, salvar a algún ciudadano para que, así, te den alguna bonificación. También tenemos extras, como encontrar banderas de diferentes bandos en las diferentes ciudades.

¿Y las misiones? Normalmente, cada vez que vayamos a acabar con alguno de los blancos principales, primero tendremos que investigar nuestra opción. Hay seis pistas antes de cada caso y sólo necesitaremos dos para acceder al asesinato. Es evidente que los chicos de Ubisoft no lo han querido hacer “pesado”, pero creo que debería ser obligatorio el recolectar las seis pistas. Principalmente, porque de esta forma te enteras bastante más de la trama.

Estas misiones suelen ser siempre las mismas: robar una bolsa con información, escuchar una conversación ajena, encontrar un informador que nos pondrá a prueba y, también, interrogar a un sospechoso. Todas ellas son muy parecidas y, evidentemente, podremos fallar, pero el programa lo reinicia en la línea futurista del juego. Este es uno de los problemas de Assassin’s Creed: normalmente las tareas son repetitivas o al menos son las mismas siempre en cada misión. Aunque es evidente que la información en la edad media no podías sacarlas de muchas más maneras.

Una vez acumulada la información necesaria, tendremos el permiso del jefe de la hermandad de la ciudad para acabar con el blanco principal y aquí todo se volverá más complicado, porque el blanco principal siempre tiene mucha vigilancia.

Altair, un asesino ágil e invisible.

Altair, el personaje principal, es ágil, veloz, fuerte y no tiene piedad de aquel que es su objetivo. Armado con espada, una cuchilla oculta y una maestría en el combate inaudita, Altair es un personaje único. Eso sí, el combate no es el principal atractivo del juego, pese a lo que se haya podido vender.

En Assassin’s Creed nuestra labor es casi siempre silenciosa y los combates no aparecen tan a menudo como muchos podrían pensar. De hecho, es mejor evitarlos, porque la guardia de las ciudades está formada por muchísimos guardias. Para ello, Altair puede mezclarse con la muchedumbre o utilizar los tejados para ir a los diferentes lugares, aunque sinceramente, es mejor mezclarse por la ciudad e ir visitando y escuchando a los diferentes personajes que pueblan la ciudad.

Mezclarse con la gente es una de nuestras habilidades y estamos hablando de la edad media, donde prácticamente, había personajes de todo tipo. Evidentemente, es más corto ir de un lugar a otro por los tejados, máxime viendo la agilidad y determinación de Altair, pero llamaremos más la atención. Eso, sí, subir a los edificios es, también, todo un espectáculo.

¿Por qué? Porque cualquier pequeño resquicio de las paredes servirá para que Altair se enganche a él. Esto es algo realmente increíble porque cualquier punto que se nos ocurra puede servir para que este asesino se introduzca en los lugares. La forma de escalar es bastante conocida, como el moverse, ya que aquí se deja notar que han desarrollado juegos como Prince of Persia.

Por otro lado, el personaje tiene una cualidad especial, una visión de águila, por llamarla de alguna manera que hace que sea capaz de identificar a su objetivo en medio de la multitud para así conseguir llegar hasta él de forma “sencilla”. Eso sí, hay que tener en cuenta a la multitud, otro factor nuevo que hace de Assassin’s Creed un juego realmente espectacular.

La multitud y las ciudades
Comparado con, por ejemplo, Grand Theft Auto, este último parece que tiene una ciudad desierta. Porque en Assassin’s Creed las ciudades y los pueblecitos están llenas de gente. De hecho, lo mejor del juego es ir a Jerusalén, la ciudad más poblada porque en aquel entonces era la ciudad santa. De esta forma se nos ofrece una visión mucho más realista máximo viendo que incluso hay pobres que nos reclamarán limosna durante un buen rato. Podemos optar por perder la paciencia con ellos, pero no es recomendable si queremos vivir lo suficiente.

Por otro lado, la recreación de las diferentes ciudades: Acre, Jerusalén, Damasco es de una calidad tal que, realmente, parece que estemos en mitad de ellas. Los suelos, las escaleras, las diferentes arquitecturas. Ni siquiera Bioshock –y estamos ante palabras mayores- llega a la recreación visual de estas ciudades que son increíbles.

Gráficos y sonido
Gráficamente, Assassin’s Creed es un juego que no tiene rival en su género. Gracias a la tremenda potencia de la tercera generación, podremos ver texturas impresionantes, animaciones increíblemente fluidas y unos escenarios que alcanzan distancias muy realistas.

También está el detallismo del juego. Detallismo que lleva a los desarrolladores ha animar la túnica de Altair con cualquiera de sus movimientos o, incluso, con factores externos como, por ejemplo, el viento que mueve nuestra túnica. Por supuesto que en este apartado hay que incluir el increíble diseño de todos los elementos y como el departamento artístico ha creado los maravillosos escenarios del juego. El resultado es un título en el que desde el primer segundo estaremos admirando. De hecho, es fácil quedarse mirando el techo de alguna que otra catedral que ofrece el auténtico estilo arquitectónico de la época.

¿Y el sonido? Francamente impresionante gracias a una magnífica banda sonora y a un doblaje que Ubisoft ha sabido llevar perfectamente. ¿Por qué no se conservan las voces originales al ser distintas culturas? Bueno, eso está explicado en el juego de una forma futurista que averiguaréis vosotros. Aunque lo que más nos ha gustado del sonido es que la ambientación es acorde. Con una ciudad bulliciosa, también tenemos un sonido absolutamente bullicioso con ruidos, conversaciones e incluso discursos.

Nuestra opinión
Si buscabas en Assassin’s Creed el GTA medieval, grave error. Se trata de un juego que ofrece un apartado técnico impecable y una jugabilidad orientada a la infiltración. Es evidente que tiene detalles de la anterior saga del equipo, Splinter Cell y que además implementa opciones de otros juegos como Prince of Persia e incluso Hitman, pero lo más importante es que es un título que ofrece un argumento intrigante y una parte de aventura importante. Es evidente que hay combate, pero no es la parte fundamental el juego.

Para mí, Assassin’s Creed es una increíble experiencia que nos hace vivir la tercera cruzada como nunca antes. Evidentemente tiene algunos defectos, el más grave la reiteración, pero eso no significa que estemos ante un claro ejemplo de hasta donde puede llegar la tercera generación. Eso sí, el mayor problema que, probablemente ha tenido Assassin’s Creed, es el hecho de haber sido anunciado sin parar desde el segundo uno de su creación.

Lo mejor

  • Técnicamente perfecto
  • El argumento del juego es atrayente
  • El control de Altair es de absoluto lujo

Lo peor

  • Repetitivo a la hora de planear un asesinato
  • La rejugabilidad es dudosa
  • Menos los templarios, los enemigos son bastante fáciles de eliminar

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