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La gran aventura policíaca de Rockstar

jonathan.riggall

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Con Rockstar, desde hace unos años, las largas esperas siempre merecen la pena, y L.A. Noire no ha sido una excepción. El juego desarrollado por Team Bondi resulta ser una acertada mezcla entre aventura, investigación y acción, ambientada en un mundo abierto de proporciones inabarcables y genialmente recreado que hace que se nos quede pequeña la mismísima región de San Andreas. Puede que el juego no tenga la libertad de un GTA, ni la complejidad de Red Dead Redemption, pero sí un guión impecable, un desarrollo técnico espectacular y una jugabilidad con toques innovadores que lo hacen un imprescindible para cualquier amante de los buenos videojuegos.

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Antes de empezar a jugar a L.A. Noire te tiene que quedar clara una cosa: aunque el juego se sitúe en un mundo abierto y libremente explorable, no encontrarás un sandbox al estilo GTA. Con esto me refiero a que el camino que tienes que seguir está muy marcado, pues el título se divide en capítulos que coinciden con los casos que Cole Phelps, el policía protagonista, tiene que solucionar. Hay casos secundarios, pero no las decenas de actividades adicionales que nos han ofrecido hasta ahora los juegos openworld de Rockstar. Si comprendes esta premisa –yo tuve que aceptarla, pues tenía una idea diferente de lo que me iba a encontrar- vas a disfrutar mucho de L.A. Noire. Es un juego que no sólo destaca en casi todos los aspectos, sino que se atreve a mezclar géneros o, más bien hace evolucionar algunos de los más clásicos para acercarlos al jugador de 2011.

Poniéndote en la piel de Cole Phelps, L.A. Noire te cuenta su ascenso en el cuerpo de policía de Los Ángeles a través de su paso por los diferentes departamentos. Esto se traduce en 21 casos relacionados con el tipo de crímenes que investiga. Estas misiones, a diferencia de GTA, no son seleccionables, sino que el juego te va guiando por ellas consecutivamente. Esta linealidad chocará en un principio, pero tiene total sentido dada la narrativa del juego.

Los casos en el departamento de Patrulla son ideales para comprender las bases del juego

Los casos en el departamento de Patrulla son ideales para comprender las bases del juego

Los primeros casos serán muy sencillos, pero actuarán a modo de ameno tutorial que hace que domines el juego sin darte cuenta. Después de esto, empezarán los casos más complejos, coincidiendo con el traslado de Phelps al departamento de Tráfico. Desde estos primeros compases de juego –tras una hora, más o menos-, L.A. Noire se pone serio y ya empezarás a ver en un mismo caso todos los tipos de jugabilidad que conviven.

Aunque la estructura de los casos suele ser parecida, sus diferentes resoluciones y variaciones hacen que no caigan en la monotonía. Así, todo empezará en el lugar del crimen, para luego pasar a la ronda de interrogatorios más recolección de pistas, continuar con alguna secuencia de acción y terminar por la resolución del caso en cuestión –en el que, por ejemplo, te puedes equivocar al acusar a un sospechoso. Con estas rutinas el juego combina, en términos generales, tres tipos de jugabilidad: recolección de pistas, interrogatorios y acción/persecución.

Es en las secuencias de recolección de pistas, situadas en el lugar del crimen o los sitios donde están los implicados, que L.A. Noire me ha recordado a las aventuras gráficas, aunque con una evolución considerable. El juego cuenta con un sistema muy práctico para detectar pistas: suena una determinada música siempre que quede algo por explorar y cuando pasas cerca de un objeto que se puede examinar suena una tonada especial de piano y vibra el mando. Aunque parece que esto simplifica las cosas, igualmente te obliga a peinar bien toda la zona, y es que ese objeto que implica al acusado podría estar en cualquier esquina del escenario. De todas formas, para los más intrépidos, estas ayudas sonoras se pueden desactivar.

Cualquier detalle del lugar de lugar del crimen puede ser una valiosa pista

Cualquier detalle del lugar de lugar del crimen puede ser una valiosa pista

La recolección de pistas es el momento ideal para empezar a hacer las primera conjeturas y hacer que en tu mente de investigador empiecen a hervir las ideas sobre posibles sospechosos y móviles. Pero no hay riesgo de tener olvidos, y es que Team Bondi ha introducido el cuaderno de Cole Phelps –algo muy de aventura gráfica, también- un libro que va registrando toda la información de personas, lugares, conceptos y objetos que resulten relevantes para el caso. Por experiencia digo que es conveniente ir repasando la libreta, como el buen detective que nos aventuramos a ser.

Después de peinar a fondo los lugares, se pasa a la interrogación, la parte más novedosa y revolucionaria de L.A. Noire. De nuevo, en esta mecánica de juego cobra importancia el cuaderno de Phelps, no sólo porque es el vehículo para ir seleccionando las preguntas que harás a los implicados, sino porque es una herramienta imprescindible para que no te la metan doblada. Bueno, esto, y un instinto de detective y psicólogo parecido al de Tim Roth en la serie ‘Miénteme’.

Han corrido ríos de tinta y bytes sobre el sistema de captura de expresiones faciales de los actores que encarnan a los personajes, pero no es para menos. Cada mueca de los cientos de personajes que pasan por el juego está fielmente recreada, incluso las miradas, difícil de imprimirles vida en un videojuego –el gran problema de un título de la calidad de Heavy Rain- pero que Team Bondi ha conseguido captar con bastante éxito. Las caras en L.A. Noire expresan, y mucho, y así los interrogatorios me han resultado una mezcla de intuición, revisión de pistas y el hecho de confiar –o no- en la bondad de los desconocidos a través de sus gestos, movimientos –las manos también dicen mucho- y declaraciones, que a veces son contradictorias.

En cada pregunta a un implicado la decisión pasa por decidir si dice la verdad, miente o estamos en duda. Si crees que miente deberás aportar una prueba de ello a través del cuaderno, por eso es recomendable peinarse bien los escenarios y revisar la libreta de vez en cuando. En cambio, la opción de duda te da más cancha, haciendo que puedas desarrollar más su declaración. Mediante estas decisiones lograrás diferentes actitudes del personaje y sonsacar más o menos información, cosa que se indica al final del interrogatorio por el número de respuestas acertadas.

Los interrogatorios ponen a prueba tu intuición, psicología y lógica

Los interrogatorios ponen a prueba tu intuición, psicología y lógica

Es interesante pasar los interrogatorios sin ayudas, pero el juego tiene un sistema de subida de rango del personaje que proporciona puntos de Intuición, que a modo de comodines sirven para eliminar posibilidades. Cabe decir que yo no los he utilizado en demasía y así resulta más divertido, pues si no, estamos eliminando el mayor reto al juego.

El último tipo de jugabilidad de L.A. Noire es el de acción propiamente dicha, que puede que decepcione al que espere una mecánica a lo GTA. Básicamente consistirá en tiroteos o persecuciones en vehículo o a pie y que difícilmente fallarás, pues no tienen el alto nivel de dificultad de algunas misiones de Red Ded Redemption. Esta bajada de dificultad se debe, creo yo, a la búsqueda por parte de Rockstar de un público más amplio y es que, en el fondo, no son más que situaciones accesorias en un juego donde prima la observación y la reflexión.

Aunque accesorias –si fallas una tres veces, te la puedes saltar- están excelentemente integradas en toda la trama, suponiendo esos momentos de tensión frenética que no deberían faltar en buen thriller de detectives. Correr por unos decorados de cine que se iban derribando a medida que pasaba por ellos o evitar que un sospechoso acabase con la vida de un rehén fueron momentos que disfruté muchísimo, a pesar de que no me exigían mucha maña con los mandos.

Si te aburre conducir haz que lo haga tu compañero

Si te aburre conducir haz que lo haga tu compañero

No he hablado de la conducción hasta ahora –por cierto, los coches siguen moviéndose como barcas, todo hay que decirlo…-, pero es otra de las bases de L.A. Noire, aunque con matices. En GTA casi siempre conduces tú, en L.A. Noire, tú decides. Es decir, habrá que desplazarse por el mastodóntico mapa en vehículo, pero siempre tienes la opción de hacer conducir a tu compañero –en este juego nunca viajas solo- y que se salte el trayecto. Haciendo esto te ahorras tiempo, pero te pierdes el disfrutar de un Los Ángeles excelentemente recreado y la posibilidad de realizar pequeños casos secundarios.

Ay, las actividades extras. Como decía al principio, L.A. Noire es un juego lineal y bastante dirigido, por lo que olvídate de los desafíos de Red Dead Redemption o las infinitas actividades lúdicas de GTA San Andreas. El único respiro a la trama general son estos pequeños casos callejeros que se solucionan en pocos minutos. Aún así, nadie te impide recorrer las calles de Los Ángeles, pues aunque hay poco que hacer es un gustazo poder descubrir lugares auténticos de la ciudad o simplemente pararse a observar qué hace el mundo.

Y es que aunque esto no es un sandbox al uso, el ejercicio que ha hecho Team Bondi para recrear una ciudad como Los Ángeles es loable. Toda ella respira vida: sus transeúntes, los vehículos, los edificios de los diferentes distritos, todas las vallas publicitarias y elementos del mobiliario urbano propios de la época… Hasta encontrarás pequeños detalles como palomas en la carretera que se echan a volar cuando pasamos sobre ellas.

Los Ángeles como nunca se había visto en un videojuego

Los Ángeles como nunca se había visto en un videojuego

El motor gráfico Rage, propiedad de Rockstar, sigue aguantando casi todo lo que se le eche, exceptuando algunos problemas de popping y alguna textura menos definida. Es un lujo disfrutar de un mapeado con todos los detalles que ofrece L.A. Noire, ya sean de diseño artístico, modelado de elementos y variados efectos de iluminación según la hora del día.

Puede que la integración entre caras casi reales y cuerpos “de videjouego” no resulte del todo satisfactoria, pero es algo que sólo se aprecia en momentos de primeros planos y que estoy segura que Team Bondi y Rockstar irán puliendo si hay próximos juegos con esta tecnología.

Respecto a las cinemáticas, como siempre en Rockstar, están hechas con el motor del juego, y realmente logradas gracias tanto a los estupendos diálogos como a una dirección cinematográfica donde se deja patente toda la influencia del cine negro –incluso hay la opción oficial de jugar en blanco y negro.

La música es, de nuevo, toda una delicia

La música es, de nuevo, toda una delicia

En el tema sonoro destaca una excelente partitura con temas originales y algún tema clásico que, como ya ocurría en Red Dead Redemption ,va cambiando casi sin darnos cuenta y se integra muy bien en lo que ese momento ocurre en el juego. Respecto al doblaje, vuelve a estar en un más que correcto inglés, aunque en L.A. Noire se tiene el hándicap que si no dominamos el idioma o somos muy lentos leyendo subtítulos nos costará sacarle al sistema de interrogatorios todo el provecho. Quizás como excepción, L.A. Noire debería haberse doblado a los idiomas locales , aunque en ese caso se perdería la intensidad que supone oír unas voces perfectamente integradas en unas caras y bocas casi reales.

Rockstar evoluciona (¿y revoluciona?)

Hasta hace poco pensaba que L.A. Noire sería un sandbox a lo GTA con toques de investigación. Me entró cierto temor al descubrir que esto no era exactamente así, y que el juego era mucho más lineal, alejándonos de lo que Rockstar nos ha acostumbrado en la última década. Pero la compañía se merece evolucionar, y afortunadamente esta linealidad no le sienta nada mal a un título que juega bien sus cartas, convirtiéndose casi en una obra revolucionaria ¿Me paso? No creo.

L.A. Noire es revolucionario porque, como hizo Fahrenheit y después Heavy Rain, le da una vuelta de tuerca a la mecánica clásica de la aventura gráfica, haciéndola más cercana al público actual acostumbrado a una mayor interacción, nuevas posibilidades y al uso de un mando con muchos botones. Lógicamente también revoluciona en términos técnicos, con un sistema de captura facial que incluso pasadas unas cuantas horas de juego te seguirá impactando.

Además, Rockstar revoluciona por atreverse a dejar la acción casi en segundo término en un juego que hubiese permitido espectaculares secuencias, dando mayor protagonismo a la parte más pausada y reflexiva de ser un poli ¿Arriesgado? Posiblemente, pues parte del público que esperaba el juego se verá decepcionado por encontrarse con menos momentos cargados de adrenalina.

Rockstar se ha arriesgado y la acción sólo aparece con cuentagotas

Rockstar se ha arriesgado y la acción sólo aparece con cuentagotas

Aún así, L.A. Noire no está falto de emoción e intensidad. Quizás no llegarás al alto grado de implicación de Heavy Rain, pero cada pista que descubre Phelps y cada caso que soluciona es un pequeño triunfo tuyo, de tu inteligencia. A esto ayuda un personaje al que le vas cogiendo cariño a medida que avanza la historia, y, en general, un argumento muy bien desarrollado –lo repito…¡productores de Hollywood, reclutad a algún guionista de los juegos de Rockstar!

Esto no quita que L.A. Noire tenga sus fallos. Puede que la estructura de los casos se repita –aunque es lógico ir al lugar del crimen y luego interrogar sospechosos, digo yo-, que esté desaprovechada la ciudad de Los Ángeles y que el juego sea muy fácil para el público medio, pero realmente son pequeños hándicaps dentro de un producto muy bien acabado y que se atreve a combinar géneros de una forma muy acertada.

L.A. Noire no gustará a todos, pero a los que sí los fascinará con una mecánica que premia la inteligencia más allá de la habilidad y una trama que engancha como una buena serie policíaca ¿Temor a acabarte el juego? Bueno, te alegrará saber que Rockstar ya prepara DLCs a tutiplén….

¿Se te acaban los casos? No sufras, gracias a los DLCs tenemos asegurados más

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