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Análisis PS4: Resogun

Análisis PS4: Resogun
Raúl Pérez

Raúl Pérez

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Resogun es el shoot’em up (matamarcianos) de lanzamiento de PS4 que se publica directamente como arcade en la tienda PSN. Es un juego directo, sin apenas modos de juego, y que parece muy pensado para ser ampliado a base de futuros DLCs. Pero también es un buen juego arcade: es un matamarcianos profundo sin llegar al agobio, y tiene un control excelente que gustará tanto a jugadores noveles como a los más profesionales del género.

Matamarcianos caótico… pero no tanto

La primera partida en Resogun es impactante. No sabes qué pasa, qué ocurre ni qué debes hacer. Solo puedes ver tu nave y los enemigos, y de lo único que eres consciente es que debes disparar y sobrevivir. Pero aunque todo parece caos y te dan ganas de apagar la consola, la realidad es que Resogun tiene un diseño de jugabilidad muy bien estudiado: hay más detrás del “disparar y sobrevivir”, lo que pasa es que lo vas aprendiendo poco a poco, y esa es otra de las virtudes del juego.

Los niveles de Resogun son como un cilindro. Tu nave puede moverse libremente de izquierda a derecha y a la vez puedes disparar hacia ambos lados independientemente de la dirección de movimiento. Obviamente el principal objetivo del juego es sobrevivir a las oleadas de naves enemigas y llegar así al final del nivel donde te espera el enemigo gordo. La mecánica se repite en los 5 niveles que tiene Resogun y que, para ser sinceros, se quedan cortos.

Además de sobrevivir tienes que rescatar a 10 humanos repartidos por el nivel en pequeñas jaulas. Las celdas solo se abren tras liquidar a unos enemigos concretos que aparecen cada pocos segundos y están marcados de otro color. El reto consiste en que estas hordas especiales solo están en pantalla unos pocos segundos, así que debes darte prisa en liquidarlas o el humano muere.

Liberar al humano solo es una parte, la otra es buscarlo por el nivel, recogerlo con tu nave y llevarlo al punto de extracción. Solo entonces se considera que el humano ha sido salvado y, acto seguido, te recompensan con puntos, mejoras de armas, bombas, etc. Aunque liberar humanos es opcional sigue siendo la manera más rápida de conseguir power ups.


Todo el caos inicial de Resogun se va desenredando a medida que juegas. Poco a poco empiezas a ver mejor las naves, a conocer sus patrones de ataque. También empiezas a distinguir, entre tanto movimiento y color, las hordas de enemigos que desbloquean a los humanos. Empiezas a mirar el fondo del nivel (que es la otra cara del cilindro), y a ser consciente de esos puntitos verdes que dejan los enemigos abatidos, que te sirven para utilizar el poder de la Sobrecarga.

A la hora de juego ya lo tienes todo dominado (o buena parte), y entonces empiezas a disfrutar, a moverte como pez en el agua esquivando y destruyendo, subiendo el Multiplicador de puntos y mejorando tu habilidad. Resogun tiene una curva de aprendizaje magnífica.

Te fundes con la nave

Esa sensación de “lo estoy haciendo bien” proviene en gran parte del control del juego. No solo es accesible y fácil de aprender, sino que también responde al instante. Te fundes con la nave, que responde a tus órdenes inmediatamente, pudiendo esquivar enemigos y hacer virguerías.

Cada una de las tres naves seleccionables tiene sus habilidades propias, según tu manera de jugar te gustará una más que las otras, pero da igual porque las tres son útiles.

Buenos gráficos aunque algo repetitivos

Aunque Resogun no sea un Killzone Shadow Fall eso no quiere decir que gráficamente esté por debajo de lo que esperas. Con una resolución de 1080p y moviéndose a 60 frames por segundo este matamarcianos se ve de lujo.

El diseño artístico es fenomenal y se ha optado por crear un mundo a base de unir pequeños –minúsculos- cubos de colores. Todo está creado así, dándole un toque muy personal al juego que mezcla gráficos retro con el colorido y los efectos de luces que se ven hoy en día. Resogun tiene unos gráficos muy especiales que además llena la pantalla de millones de partículas en movimiento. Muy brutal son las explosiones finales de cada nivel, solo por ver ese espectáculo ya merece la pena jugar a Resogun.

En la parte negativa encontramos unos escenarios que son muy bonitos pero que desgraciadamente se parecen mucho unos a otros. Lo mismo ocurre con los enemigos cuyos diseños se repiten demasiado, y los jefazos finales no son para nada lo mejor visto en el género.

El audio es muy bueno, destacando la voz que sale por el altavoz del Dual Shock 4. Es importante estar atento a sus instrucciones, especialmente cuando te informa que va a salir una horda de enemigos especial.

Conclusión

A Resogun lo único que le falta es más contenido. Parece un juego capado a conciencia (con pocos niveles, naves y modos de juego) porque es uno de los juegos de lanzamiento de PS4 y que puedes conseguir gratuitamente. Es de esperar que en el futuro próximo veamos descargas de pago para ampliar la experiencia.

Aun así, sigue siendo un gran matamarcianos. Es rápido y directo, con varios niveles de dificultad, una curva de aprendizaje perfecta y una adicción única gracias a su enfoque 100% arcade. Que no te engañe esa caótica primera impresión porque éste es un matamarcianos muy fácil de jugar. Eso sí, dominarlo ya es otra historia.

Puntuación: 7

Disponible: solo en PS4

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