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Análisis Xbox One: Ryse Son of Rome

Análisis Xbox One: Ryse Son of Rome
Raúl Pérez

Raúl Pérez

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Ryse: Son of Rome es el juego abanderado del catálogo de lanzamiento de Xbox One. Mimado y tratado entre algodones por Microsoft, el juego de Crytek tiene la responsabilidad de maravillar a esos futuros jugadores de nueva generación. Aunque Ryse saca pecho y luce notablemente bien en nuestras televisiones de alta definición, lo cierto es que el poderío técnico del que hace gala no suple las carencias jugables que tiene. Ryse es un juego tan bonito como vacío.

Mecánico, rutinario y superficial

Ryse es una aventura de romanos en tercera persona. Es acción y combate con espadas, de combos y ejecuciones sin piedad. Aparentemente tiene todos los elementos para gustar… pero no gusta: el principal motivo es que Ryse es exactamente igual en el minuto uno que en la última hora de juego.

Los enemigos, los combos, la acción, la manera que tiene de llevarte por los escenarios, la inteligencia artificial… todo es siempre igual. Son unas 6 horas de juego repetitivo y monótono, de enemigos finales de risa, y de dificultad plana (creo recordar que me han matado una vez en toda la aventura principal, en modo Normal).

El gran problema de Ryse es el combate, justamente donde un juego de este género no debería fallar. La lucha en Ryse es mecánica, rutinaria y superficial, en ningún momento se ve interés por divertir al jugador, por hacerle vibrar, por engancharle para que siga jugando. Al contrario, Ryse se empeña en que mates a todos los enemigos con los mismos comandos y de la misma forma, da igual si el enemigo es “tal” o si es “pascual”.

A lo largo de la aventura te encontrarás algunas situaciones diferentes como lanzar jabalinas a enemigos apostados en murallas (con un autoapuntado malísimo), ponerte a los mandos de ballestas automáticas o comandar un pelotón de enemigos contra hordas de arqueros. Estos mini-juegos -que es lo que son al fin ya al cabo- siempre son iguales, se juegan del mismo modo y terminan de manera idéntica.

Pero en general, es la falta de imaginación que han tenido los desarrolladores a la hora de proponer situaciones de aventura nuevas y diferentes. Tampoco es que la IA ayude en este sentido, siendo bastante limitada, y una variedad de enemigos que puedes contar con los dedos de una mano.

El modo multijugador es en realidad un cooperativo para dos jugadores. Aquí te enfrentarás a hordas de enemigos y pruebas varias que se van alternando aleatoriamente. Debes jugar en equipo en el Coliseo romano, que cambia de forma según el escenario elegido. El efecto del cambio es fantástico y una de las ideas más originales que tiene el juego. Este modo cooperativo funciona muy bien como idea pero de nuevo falla por culpa de la inteligencia artificial (heredada del modo Campaña), demasiado inepta como para ofrecer un buen desafío.

Sistema de combate plano

El combate trata de imitar lo visto en los “Batman Arkham”. Hay un sistema de counters muy básico, y unas ralentizaciones que advierten al jugador cuándo es atacado para que pueda defenderse. Los ataques enemigos son muy ordenados para que nunca te ataquen más de dos a la vez. La verdad es que todo está muy mascado para no complicar la vida al que tiene el mando.

Lo que mejor funciona es esperar a que ataquen, te proteges una vez, le das un par de espadazos, ataque con el escudo, otro espadazo y ejecución mortal. Esta técnica funciona con el 99% de los enemigos. Si eres más activo puedes lanzarte tú a por ellos, en cuyo caso con lanzar espadazos y ataques de escudo combinados hasta que se activa la ejecución mortal es suficiente.

Los patrones de ataque de los enemigos son tan limitados que difícilmente te pillarán desprevenido más de una vez. Es más, incluso los jefes finales son aburridos. A medio juego hay un enemigo final donde te pasas 5 minutos de reloj con la misma rutina de esquivar-atacar hasta que lo matas.

¿Y qué pasa con las Ejecuciones? Pues tal y como dijeron en su momento: no son necesarias, pero al final tienes que usarlas porque el juego te obliga a ello. Si quieres conseguir mejoras de ataque, más experiencia o, sobre todo, recuperar vida, necesitas ejecutar a tus enemigos con los manidos Quick Time Events, te guste o no. Por cierto, no hace falta que hagas bien los QTE porque siempre te los da como buenos.

Marius, el protagonista, puede mejorar sus habilidades acumulando experiencia en combate. Hay diferentes niveles de progresión pero mirándolo en perspectiva lo único interesante es mejorar tu barra de salud y la energía del golpe especial. Si tienes mucha prisa siempre puedes comprar habilidades con dinero real, ya sabéis, las temidas microtransacciones

Buen apartado visual

Como todo juego de nueva generación Ryse se ve bien, bastante bien… pero no es excepcional. El trabajo realizado en texturas es notable, lo mismo en la cantidad de polígonos en pantalla que sirven principalmente para crear escenarios muy creíbles. Atención a algunas escenas multitudinarias que son impactantes.

Los efectos de luz, fuego y humo rayan a buen nivel (aunque hay mucho script). Los enemigos y protagonistas también tienen buenos modelados, para qué negarlo, y lo más impresionante son las animaciones de las Ejecuciones donde se nota que Crytek ha puesto especial empeño en sorprender al jugador (tanto por la espectacularidad como por la crueldad de algunas de estas muertes).

La cámara sin embargo es un quebradero de cabeza. Cuando te mueves está demasiado cerca del personaje como para ver bien, y cuando luchas hace movimientos extraños que impiden ver bien a tus atacantes.

Aunque Ryse es visualmente bello y detallado, sinceramente esperaba algo más de un juego que sirve como primera referencia de “juego Xbox One”.

Conclusión

Ryse: Son of Rome es una experiencia tan centrada en querer gustar al jugador que al final causa el efecto contrario. Con un sistema de combate simple y muchos automatismos para que el jugador medio no se asuste, la diversión se termina rápido. Una vez hecha la corta campaña no hay más motivación para jugar de nuevo y ni siquiera el cooperativo online es suficiente. Sencillamente Ryse no es el juego de nueva generación que esperas.

Puntuación: 5

Disponible: solo en Xbox One

Raúl Pérez

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