Publicidad

Artículo

No se puede mostrar la página… no está conectado a Internet

Luis Ponce de León

Luis Ponce de León

  • Actualizado:

Estoy seguro de que esta situación te resulta familiar: enciendes el ordenador, te sientas delante de él y ejecutas el navegador; escribes el nombre de una página y te aparece el típico error de página no encontrada. En ese momento se te tuerce automáticamente el gesto.

Perseveras pulsando actualizar, pero nada, el mismo error. Seguramente el navegador te dice ahora que no estás conectado a Internet. Entonces pruebas otras páginas y te das cuenta de que efectivamente no estás conectado.

Puff, vete a saber qué le pasa al trasto este. Entonces echas un vistazo al módem. Parece que las lucecitas parpadean como se supone que deben hacerlo. Entras a la interfaz del router y compruebas que todo sigue igual. – ¡Qué demonios pasa! Yo no he tocado nada, así que debe de ser cosa del ISP, la empresa que me provee la conexión.

Así que te levantas, buscas el típico número de cuatro dígitos y llamas. Al otro lado reconoces la voz de una grabación que te pide que pulses el uno si no sé qué y el dos si no sé cual. Te sube la tensión, aguantas la horrenda musiquita del contestador automático y por fin, al cabo de unos cuantos minutos oyes una voz en vivo. Por un momento sientes alivio. Explicas tu problema y el operador se pone a seguir el protocolo de atención al cliente que consiste en preguntar una lista de tonterías que nada tienen que ver con TCP/IP, DNS, routers ni nada parecido. Que si qué sistema operativo usa, cuándo fue la última vez que lo actualizó, qué navegador utiliza, y demás majaderías.

Al cabo de un buen rato te dice que tu conexión funciona perfectamente, que no detectan ningún error. Tú insistes en que no tienes conexión, pero él te responde tranquilamente que todos sus indicadores están en orden. Para más recochineo te da amablemente las gracias por usar el servicio de atención al cliente.

En fin, seguro que has vivido alguna vez este tipo de situación. Pues bien, la experiencia indica que sin saber qué le pasa a la Red, lo más efectivo es la siguiente receta mágica:

1.- Reiniciar el router

También cabe la posibilidad de resetear el módem manteniendo pulsado el botón Reset unos diez segundos. Otra opción es pedir una IP nueva desde la interfaz del router, siempre que tengamos asignada una IP dinámica.

2.- Hacer ping a los servidores DNS para comprobar que son accesibles

Si no funcionan, nos vendría bien tener a mano una lista de DNS alternativos.

Luis Ponce de León

Luis Ponce de León

Lo último de Luis Ponce de León

Directrices editoriales