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¿De verdad hace falta tener un asistente personal de viaje?

¿De verdad hace falta tener un asistente personal de viaje?
Pier Francesco Piccolomini

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Con la función Explore, Google Maps revoluciona el mundo de los mapas online y lo trasforma en un asistente personal de viaje. Para bien y para mal.

¿Qué significa viajar para ti? ¿Aventura? ¿Cultura? ¿Una forma de escape? ¿Diversión? ¿Y cómo te documentas cuando vas a un lugar que no conoces? ¿Le preguntas a alguien que ya ha estado allí? ¿Compras una guía en la librería? ¿Vas a la aventura? ¿O confías en internet y en tu smartphone?

Esta última opción cada vez está más extendida. Gracias a la web y al gps integrado, el teléfono se ha convertido en una fuente de información siempre actualizada.

Pero ahora que Google Maps integra la función Explore para iPhone y Android , ya no se trata de un simple complemento, sino de un verdadero asistente personal de viaje. Y es que la función Explore te proporciona itinerarios turísticos y comerciales personalizados, basándose en cuánto te quieres desplazar desde el punto en que te encuentras, la hora del día que sea y las condiciones meteorológicas. Y esto también tiene sus consecuencias.

Veamos cuáles podrían ser, no sin antes echar un vistazo a Google Maps Explore y a los servicios que ofrece.

Cómo funciona Google Maps Explore

El botón para activar la función Explore se encuentra al lado derecho de la pantalla.

Proporciona información tanto comercial como cultural. En otras palabras, te muestra museos y monumentos para visitar, restaurantes donde comer, hoteles, tiendas y muchos más.

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Hasta aquí, nada fuera de lo normal; pero ahora te contamos las novedades. Lo primero de todo es que puedes escoger recibir información sobre los lugares dentro del radio que tú establezcas, expresado en minutos a pie o en coche.

Esto te permite buscar rápidamente qué hacer, independientemente de dónde te encuentres y en función del tiempo del que dispongas. Basta con seguir las indicaciones.

Otra cosa que puedes hacer es seleccionar una franja horaria del día y recibir sugerencias en función de la misma.

Si por ejemplo buscas actividades culturales en Barcelona por la mañana, Google Maps no te propondrá conciertos nocturnos en la Sala Apolo.

Y eso no es todo. Gracias al ya famoso (o tristemente célebre) ecosistema de Google, las indicaciones también tienen en cuenta las condiciones meterológicas. En otras palabras, si estás en Nueva York y se prevé una jornada de lluvia, no se contemplará la opción de dar una vuelta por Central Park, a favor, por ejemplo, de una visita al MoMA.

El precio de la comodidad

Además de utilizar estas herramientas para saber qué hacer en tiempo real, también resultan prácticas para programar un itinerario con antelación. Y debes tener en cuenta poquísimos elementos, ya que Google Maps se encarga de casi todo.

¿Pero qué ganamos y qué perdemos los viajeros? Por decirlo brevemente, ganamos información y perdemos parte del aspecto romántico del viaje y de los descubrimientos.

Cuando se viaja para conocer un nuevo rincón del mundo, la aventura comienza mucho antes de la partida. El hecho de buscar, preguntar e investigar es un preliminar necesario para nutrir la curiosidad. El riesgo que se corre con esta nueva función es que se mecaniza el viaje y se parte con menos entusiasmo y curiosidad: pensamos que da todo igual, porque, de todas formas, cuando lleguemos, ya nos dirá el smartphone qué hacer.

Además, existe otro riesgo que hay que tener en cuenta: las sugerencias que se nos ofrecen no son tan desinteresados como nos gustaría que fuesen. El objetivo de Google, como de cualquier otra empresa, es obtener beneficio, y por tanto tenderá a ofrecer a los usuarios sugerencias que contribuyan al mismo. Y esto no necesariamente coincide con los intereses de los viajeros.

A mí me gusta la tecnología, pero creo que hay terrenos en los que es mejor dejarla al margen, ya que abusar de ella puede resultar más negativo que positivo. El verano pasado hice un buen viaje en coche con un amigo por el norte de España y antes de salir decidimos utilizar exclusivamente mapas tradicionales; resultó más revitalizante de lo que esperábamos.

¿Conclusión? Bienvenida sea la tecnología, pero siempre que no interfiera en nuestras verdaderas necesidades. En definitiva, usémosla, pero con cautela y sin dejarse llevar nunca por la pereza, que es la peor enemiga del viajero.

Si buscas buenos ejemplos de tecnología aplicada a los viajes, en este artículo te presentamos algunas aplicaciones útiles para desplazarse en tren o en coche.

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Artículo original adaptado del italiano.

Pier Francesco Piccolomini

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