Mastercard quiere dejar atrás las tarjetas de crédito tal y como las conocemos para dar paso a un nuevo tipo de tarjetas, las biométricas. Son tarjetas que llevan integrado un lector de huellas para autorizar pagos al instante, sin necesidad de PIN.
Aquí tienes un ejemplo de tarjeta biométrica.
La única diferencia es el lector integrado que se ve arriba a la derecha. No se trata de una tarjeta más grande o más gruesa que las anteriores.
¿Su funcionamiento? A la hora de pagar colocas el dedo encima de la tarjeta. Y ya está. Ese gesto verificará que eres el propietario de la tarjeta y se autorizará el pago.
Por ahora, Mastercard ha iniciado pruebas en Sudáfrica. En el caso de que se globalicen, tendrás que ir primer al banco para que te escaneen las huellas. Esa información se almacena en el chip EMV de la tarjeta. La tarjeta permite guardar hasta dos huellas de la misma persona. No podemos autorizar a otra persona a usar nuestra tarjeta.
Mastercard, evidentemente, destaca las ventajas de este nuevo sistema: rápidez de pago, mayor seguridad para tu tarjeta y la cuenta vinculada a la misma…
La compañía iniciará pruebas en Europa y en Asia en los próximos meses.