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25 recuerdos de Messenger que creías haber olvidado

Si fuiste adolescente a principios del 2000, seguro que recordarás con cariño Windows Live Messenger

25 recuerdos de Messenger que creías haber olvidado
Mireia Fernández

Mireia Fernández

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Puede haber pasado más de una década desde su desaparición, pero MSN Messenger sigue en nuestro corazón. Y es que si tienes cierta edad, seguro que recordarás con cariño el servicio de mensajería de Microsoft. De hecho, muchos de nosotros todavía notamos los zumbidos fantasma en la barra de herramientas que anunciaban a bombo y platillo que alguien tenía algo importante que decirnos.

En una época donde Facebook, Twitter o Instagram no existían y los móviles únicamente servían para llamar o enviar SMS (sí, también hubo una época sin WhatsApp), Windows Live Messenger reinaba en todo PC. Y es que éste era la única forma de comunicarnos con colegas, amigos clase, esos enemigos a los que queríamos tener vigilados y, por supuesto, con nuestro crush a distancia… No es por ello de extrañar que se convirtiera en parte fundamental de la adolescencia de los que ahora rondamos los treintaimuchos.

En el artículo de hoy nos vamos a poner nostálgicos y compartir contigo algunos de los recuerdos más divertidos que nos ha dejado Messenger. Si en el pasado utilizaste este servicio de mensajería, te aseguramos que te vas a reír un buen rato. ¡Allá vamos!

1. Bloquear a alguien desde el primer día

A todos nos pasó alguna vez que alguien a quien no soportábamos nos añadiera a Messenger y, por salir del apuro, termináramos aceptando su solicitud. ¿La solución? Bloquearlo in aeternum y luego disimular diciendo que apenas te conectabas (cuando en realidad pasabas el 90% del día pegado al PC). Y es que ya lo decía Maquiavelo en El Principe, “Ten a tus amigos cerca, y a tus enemigos, todavía más”.

2. Personalizar la ventana y el sonido de esa persona especial

Windows Live Messenger te permitía configurar el color de la ventana , poner un tema o cambiar los sonidos de notificación para determinados contactos o grupos: un modo inteligente de saber quién te está hablando sin mirar a la pantalla. Especialmente para aquella persona que te hacía tilín.

3. Hablar de lo mismo con varias personas a la vez

Messenger sin duda consiguió que muchos dominásemos el multitasking en cuestión de minutos. Y es que era habitual tener varias conversaciones simultáneas donde hablábamos exactamente de lo mismo. Eso sí, a todas ellas les asegurábamos que sólo lo comentábamos con ellas y que su opinión era la que nos importaba.

4. Dejar el PC encendido para coincidir con la persona que te gustaba

Está la Edad de Bronce, la del Hierro, la Edad Media y la más temida de todas: La Edad del Pavo. A la mayoría de nosotros, la llegada de Messenger coincidió con esta última, por lo que era bastante común que termináramos encaprichados (por no decir otra cosa) con alguno de nuestros contactos de Messenger.

Utilizando tácticas de cortejo de última generación y para coincidir con esa persona, lo normal era dejar el ordenador encendido todo el día con el volumen al máximo para así saber si nuestro futuro amor se conectaba. Luego tocaba disimular haciendo ver que justo nos habíamos conectado o que no nos habíamos dado cuenta que estaba en línea.

5. Coleccionar emoticonos como si fueran Pokémon

Los emoticonos de Messenger eran como cromos. Conseguir unos normales era muy fácil, pero los realmente buenos -y animados- eran una delicatessen por la que había que luchar. Yo reconozco que era una gran acaparadora de emoticonos, pero eso forma ya parte de mi pasado.

6. Utilizar un programa para saber quién te ha bloqueado

Saber si alguien te ha bloqueado es un misterio que sigue hoy en día. Y es que… ¿Quién no quiere saber si alguien te ha bloqueado en WhatsApp o cualquier otra app de mensajería? En Messenger había varias formas de saber si alguien estaba realmente desconectado o lo estaba fingiendo. Programas como MSN Detective trataban de destapar la verdad, pero lo cierto es que tampoco eran muy de fiar. En cualquier caso, servían para pasar el rato.

7. Comprobar si alguien te había eliminado de su lista de contactos

Sólo había algo peor que alguien te bloqueara en MSN Messenger… ¡Que te eliminaran directamente de su lista de contactos! Aunque en teoría no podía saberse, existía un truco conocido por todos con el que podías comprobarlo. Simplemente necesitabas acceder a las opciones de privacidad de la app y, ya en la lista de contactos, hacer clic sobre cada uno de ellos con el botón derecho del ratón. Si aparecía la opción “Eliminar” es que esa persona te había borrado de su MSN-Vida.

8. Esperar un tiempo prudencial antes de hablar con alguien

La regla no escrita de no llamar inmediatamente a alguien que te ha dado su teléfono también se aplicaba a las conversaciones en Messenger. Todo tenía su momento, y un buen usuario de Messenger sabía exactamente cuándo podía abrir un chat a alguien para no parecer muy desesperado.

9. Enfadarte con alguien porque no te ha dicho nada por MSN Messenger

El cyber-drama no es algo nuevo. Si bien antes no existía el doble tic azul en las conversaciones como detonante de enfados, sí teníamos bien claro que necesitábamos que nos saludaran por Messenger. Así pues, los años de MSN Messenger estuvieron cargados de ceños fruncidos, drama y mucho rencor hacia todas aquellas personas -especialmente supuestos novietes- que no saludaban al conectarse.

10. Instalar A-Patch para limpiar la ventana de Messenger

APatch era una maravilla. Nada más instalar Messenger, lo primero que hacía era usar A-Patch para limpiarlo de todo tipo de opciones inútiles. ¡Qué limpio quedaba!

11. Enviar zumbidos como si no hubiera un mañana

Uno de los últimos recuerdos que tengo de Windows Live Messenger es que, estando en casa de una compañera de la universidad haciendo un trabajo en grupo, empezamos a enviar zumbidos a una compañera de clase. Reíamos sin parar viendo como la ventana de MSN se movía cual coctelera, imaginando la reacción de nuestra amiga. Y es que a pesar de ser completamente inútiles, los zumbidos eran tan divertidos como molestos.

12. Enviar un archivo y que éste falle al 99%

Una de las funciones estrella de MSN Messenger es que éste permitía enviar todo tipo de archivos entre tus contactos. Quizá ahora no suene a una gran cosa, pero en su momento fue toda una revelación. Y es que todos empezamos a compartir pistas de música, juegos y vídeos entre nuestros amigos. ¿El problema? Los envíos tardaban siglos en completarse y la mayoría de veces (por no decir todas) fallaban.

13. Tardar 20 minutos en descifrar poemas para saber quién es quién

Los poemas y las citas célebres en los apodos, ¡qué gran invento! Era necesario navegar entre toneladas de ellas para saber quién era quién. Desde Windows Live Messenger 2011 se hizo más difícil seguir usando apodos, pues usaba el nombre y apellidos de la cuenta Live.

14. Enviar mensajes en clave en tu estado

Con la llegada de los mensajes personales, se puso de moda utilizar este espacio para enviar mensajes secretos a alguna persona de la lista de contactos. Ya fuera mediante la letra de una canción o escribiendo de forma críptica, le podíamos decir a Perico (el de los Palotes) que nos gustaba o a Fulanito de Tal nos caía mal. Fue una época donde los mensajes pasivo-agresivos florecían y las declaraciones amorosas estaban a la orden del día en la interfaz de MSN.

15. Mirar ansioso la animación de carga de Messenger

Seguro que recuerdas que al iniciar tu sesión en Messenger aparecía la animación de los dos monigotes de la app girando cual peonza. Había pocas cosas que entonces generara más ansiedad que ver a esos dos muñequitos dar vueltas sin parar, pues eso significaba que MSN había caído. Todo un drama de dimensiones apocalípticas.

16. Enviar guiños de forma compulsiva

A lo largo de los muchos años de vida de Messenger, Microsoft añadió funciones a su app de mensajería. Con la llegada de Windows Live Messenger aparecieron los terroríficos “Guiños”. Bajo este inocente nombre se escondía una animación con sonido extremadamente intrusiva que, cual invasor de Dark Souls, se apropiaba de toda tu pantalla. Obviamente tus contactos más pesados no dejaban de enviarlos sin parar.

17. Equivocarte de ventana al enviar mensajes

Aunque era posible usar fondos de ventana distintos para cada contacto, en el fragor de la batalla era posible equivocarte de ventana y decir algo indebido a la persona incorrecta. ¡Había pocas formas peores de meter la pata! Y es que entonces no había forma de eliminar mensajes. Una vez enviado, sólo quedaba apechugar con las consecuencias.

18. Esconder mensajes pulsando barra espaciadora y enter sin parar

Si utilizaste MSN Messenger en tu adolescencia, seguro que en más de una ocasión quisiste esconder una conversación de tus padres o hermanos. La práctica universal para ello era tan simple como pulsar barra espaciadora y enter sin parar para que la ventana de Messenger se llenara de un espacio en blanco. Si los demás conocían esta artimaña, sabían que estabas escondiendo algo.

19. Entrar y salir de Messenger para llamar la atención

Cuando uno de tus contactos de Messenger se conectaba, un pequeño pop-up con sonido aparecía en la esquina inferior derecha de la pantalla. Si llevabas tiempo conectado y esa persona que te hacía tilín no te saludaba, sólo había una única opción: salir de MSN y volver a entrar para que así reapareciera el pop-up y llamar su atención.

20. Utilizar más emoticonos que letras en una conversación

Algunas personas llevaban la fiebre de los emoticonos demasiado lejos, haciendo las conversaciones imposibles de leer. Incluso había quien se instalaba un emoticono para cada letra del alfabeto.

21. Cambiar tu estado a “sin conexión” para no hablar con alguien

En MSN Messenger, hacer una escapada ninja con bola de humo incluida era posible gracias a poder cambiar tu estado a “Sin Conexión”. Gracias a ello podías seguir viendo quién estaba en línea sin tener que lidiar con conversaciones indeseadas. Otra opción era bloquear al pesado o pesada en cuestión para aparecer fuera de línea. De ese modo podías seguir hablando con tus amigos sin que él o ella lo supiera.

22. Hacer una lista de canciones molonas para parecer más cool

Una de las funciones más recordadas de Messenger es que la aplicación permitía compartir con tus amigos qué canción estabas escuchando en esos momentos. Por ello, muchos de nosotros pasábamos un buen rato buscando las mejores canciones que reflejaran nuestro estado de ánimo y así parecer mucho más interesantes.

23. Tener un amigos que escribía una palabra por línea

Las conversaciones en Messenger eran muy rápidas, pero a veces demasiado. Era normal cortar una frase en varios trozos, para agilizar el flujo de texto, pero algunas personas lo llevaban demasiado lejos. Se les oía desde lejos: el ruido de notificación de Messenger era como una canción de dubstep.

24. Tener un contacto que SIEMPRE estaba conectado

No importa si eran las cuatro de la mañana o las dos de la tarde, al abrir Live Messenger siempre ibas a encontrar a esa persona conectada. Lo peor de todo es si esa persona era el clásico pelmazo o pelmaza que te enviaba un mensaje al instante y del que no había forma de escapar.

25. Cuando te añadían a una conversación en la que no conocías a nadie

Si crees que los grupos de WhatsApp son un auténtico horror, es que no has vivido las conversaciones grupales de Windows Live Messenger. Si en la app ya era difícil seguir una conversación sólo con una persona, imagínate un grupo con varias. Era un festival de emoticonos y nombres más largos que los textos que están escribiendo que se desplazaba hacia arriba velozmente. Pero lo peor era cuando tenías un amigo al que le gustaba invitarte a todo tipo de grupos

Mireia Fernández

Mireia Fernández

Mireia Fernández es una apasionada del mundo de los videojuegos y las nuevas tecnologías cuya afición se remonta al MSX HB 501p de su niñez. Nacida y residente en Barcelona, Mireia lleva más de 10 años ejerciendo como editora y está especializada en la redacción de análisis, tutoriales y guías de software así como también en darlo todo para tratar de publicar noticias antes que nadie. Entre sus aficiones está pasar horas y horas jugando con la consola, pasear a su golden retriever y mantenerse al día de las novedades del mundo SEO.

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